¿A quién protege el obispo? Cuestiona el abogado del colectivo Nos Faltan 43

– Vidulfo Rosales recuerda que mientras el obispo cuestiona la incursión de los cuerpos de seguridad en Quecultenango, justifica y celebra la represión contra el normalismo rural

Rogelio Agustín

¿A quién protege? Cuestionó el abogado de los padres de los 43, Vidulfo Rosales Sierra al obispo Salvador Rangel Mendoza, al referirse al trato benevolente que el jerarca de la iglesia católica tiene ante algunos grupos del crimen organizado, al tiempo que avala los actos de represión en contra del normalismo rural y condena las banderas del movimiento feminista.

En su muro de Facebook, Rosales Sierra recordó que durante varios años, Rangel Mendoza, quien se encuentra a pocas semanas de entregar la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, a pedido abiertamente al gobierno del Estado sentarse a negociar con el crimen organizado, lo que lo ha colocado en los ojos de la opinión pública.

El abogado de los padres de los 43, refiere que en algunas ocasiones, Rangel Mendoza ha mostrado “el colmillo derechista y conservador evidenciando su militancia política”.

Indica: “Recientemente hizo declaraciones airadas y de provocación contra el movimiento de las compañeras que lucha por la libertad de las mujeres para interrumpir legalmente el embarazo”.

La posición de Rangel, destaca que es muy diferente a la del Padre Jesús Mendoza Zaragoza, quien apela a un debate que ponga en el centro la ciencia y no la política y la religión.

También dijo qye se ha puesto en contra de las madres y padres de los 43 y estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, pues “celebró el desalojo violento en la caseta de Palo Blanco. Sin mayor análisis avaló un acto represivo, lejos de llamar al diálogo que va más con su vocación de clérigo”.

Y plantea: “Extrañamente, cuando el ejército entra a Quechultenango el bastión de un grupo delictivo violento, autor de cientos de asesinatos y desapariciones, el obispo fustiga tal proceder”.

Luego expone la interrogante: “Por qué contra Ayotzinapa, un movimiento que tiene demandas justas y legítimas celebra el uso de la fuerza, pero en contraparte, defiende a un grupo delictivo que ha dejado una estela de sangre, muerte y dolor en familias completas de municipios como Chilapa y Tixtla”.

¿Que compromisos tendrá el jerarca católico? ¿A quién protege?

Son los cuestionamientos que deja en el aire el también integrante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (CDHM), Tlachinollan.

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