— No los liberen por unos cuantos pesos
SNI (13 de abril de 2015)
El Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo Social del Estado de Guerrero (FUSDEG) entregó a cuatro presuntos miembros del crimen organizado a la Fiscalía General del Estado (FGE), pese a l a desconfianza que manifestaron comisarios y habitantes del Ocotito y Mohoneras, quienes advirtieron que no van a tolerar que los vuelvan a liberar irregularmente.
La tarde del lunes 13 de abril, después de seis horas de dialogar en una huerta llamada “El Mangal”, representantes del FUSDEG aceptaron dejar en manos de la FGE a los jóvenes Adalberto Hilario Villar, Sabino Guerrero García, Raúl Cortés Jiménez y Edwin Esteban Mendoza, presuntos integrantes de una célula de “Los Rojos”, grupo del crimen organizado que opera en la Sierra, región Centro y Montaña de la entidad.
La negociación deriva de la mesa de trabajo que la organización sostuvo la semana pasada con el subsecretario de Gobernación federal, Luis Enrique Miranda Nava en el puerto de Acapulco.
Este lunes, al Ocotito no llegó ningún representante de la SEGOB, aunque sí estuvo el vice fiscal de investigación Gregorio Apreza Herrera, además del director de la Policía Ministerial del Estado (PME), Pablo Jasso Barrera.
El dialogo inicial se desarrolló en la huerta El Mangal, ubicado frente a la base que la Policía Comunitaria (PC) del FUSDEG tiene en El Ocotito.
La mesa de trabajo se instaló después de las 10:30 horas, los promotores comunitarios, Crescenciano Ramírez López y Silvestre Plancarte Mondragón manifestaron desde el primer instante que ya estaba avanzada la entrega de los presuntos delincuentes, que serían canalizados a la FGE con el expediente que contiene sus declaraciones, además de varios elementos de prueba encontrados en su poder, entre ellos un arma de fuego.
A las 14:00 horas, los cuatro detenidos fueron sacados de la base del FUSDEG y atravesaron la carretera federal México-Acapulco para ser llevados hacia El Mangal, en donde ratificarían lo asentado en expedientes y serían revisados por un equipo de médicos.
Amarrados con las manos hacia la espalda y con la mirada fija en el suelo, los cuatro hombres caminaron azuzados por policías comunitarios.
Edwin Esteban, de 21 años se quedó rezagado, cojeaba de una pierna y se le apreciaba un moretón en el brazo derecho.
No habrá próxima
Después de la revisión médica, los cuatro fueron regresados hacia la base, ahí los esperaban habitantes de El Ocotito y Mohoneras, que durante todo el proceso de dialogo manifestaron su desconfianza por los tratos que se pudieran establecer con la policía ministerial y la FGE.
“No quisiéramos estar hablando de estas cosas, pero esto que ven aquí, no es más que el producto de la descomposición social que se vive en el país y desgraciadamente en nuestra tierra”, dijo a la concurrencia el profesor Silvestre Plancarte.
Salvador Alanís Bello, coordinador en materia de seguridad del frente, dijo que los detenidos admitieron su participación en el asesinato de un Policía Ministerial, hecho que se suscitó en una balacera generada cuando los cuatro presuntos integrantes de Los Rojos intentaron cobrar un rescate.
El rescate frustrado, era el que recibirían por liberar a Junior Dorantes, hijo de Gilberto Dorantes Basurto, a quien asesinaron en las inmediaciones de El Calvario, cuyos restos ya encontraron y fueron entregados a la familia.
Alanís Bello indicó que Wilbert Esteban, de 21 años fue detenido hace aproximadamente 9 meses y canalizado a la comisaría de Palo Blanco, en ese tiempo el FUSDEG todavía era parte de la UPOEG y el detenido quedó a disposición del coordinador Esteban Ramos, quien pidió la entrega de 100 mil pesos a cambio de su liberación.
“Este joven salió gracias al pago de 100 mil pesos, cometió tres secuestros más y participó al menos en dos homicidios”, indicó el representante del FUSDEG.
Los enviados de la FGE garantizaron que habrá un proceso apegado a derecho en contra de los supuestos delincuentes, por lo que solicitaron que haya confianza en el trabajo que se realizará en adelante.
“Los dejamos en sus manos, pero si los volvemos a ver caminando libres en las calles, no respondemos de lo que les pueda suceder”, advirtieron los pobladores.
Eran las 16:30 horas cuando un convoy de policías ministeriales abandonó la base del FUSDEG para tomar rumbo hacia Chilpancingo, dividieron a los cuatro en dos camionetas y los alejaron del territorio comunitario.
“No los liberen por unos cuantos pesos”, gritaron las madres de familia cuando las unidades emprendían la retirada.