David Martínez Téllez
Analista político, comunicólogo y académico UAGro
El vídeo o reportaje o información se ve en TV Azteca, lleva el título de Sicaria.
Voz en off, es decir, el rostro no aparece, sólo una silueta y el cuerpo es por la espalda. Audio y figura indica a una mujer. El perfil de la dama (17 años porque ella nos lo dice) se desplaza por el centro de cualquier pueblo. En la parte superior derecha se puede leer GUERRERO.
Narra que fue reclutada por un amigo de la escuela quien le ofreció trabajo para cuidar a una persona por dos días a la semana, el salario muy atractivo: 10 mil pesos.
Se la llevaron y le adiestraron por la fuerza y con violencia a transformarse en sicaria. Asesina a sueldo. Era su vida o la de otras personas.
Logró escapar y supongo es testiga protegida.
Esta historia no se sabe si tiene relación con el Rancho Izaguirre, allá en Jalisco, donde se encontraron decenas de ropa y zapatos, hasta objetos óseos. A días del descubrimiento y el traslado de organismos de buscadoras o buscadores, en horas lo limpiaron; las evidencias, dicen las dolientes, se esfumaron.
Poco o nada se comenta sobre otro predio en Tamaulipas con las mismas características del de Jalisco. Que si se menciona desde una visión política, se puede interpretar, Jalisco es de movimiento ciudadano quien en las últimas posiciones políticas ya no acompaña a Morena. Y Tamaulipas es, por supuesto, de Morena partido hegemónico, con quien ha regresado la impunidad. Igual que lo ya vivido con el PRI de partido único y hegemónico.
Me refiero al caso Cuauhtémoc Blanco donde pesan denuncias de desvío de recursos, extorsión y acoso sexual. Los legisladores de Morena evitaron quitarle fuero para continuar con investigaciones.
Conjeturo que seguirá la investigación periodística de la Sicaria. No veo que llegue investigación a través de instancias jurídicas del Estado. No está en su ánimo llegar a su sótano.