— El ex gobernador de Guerrero asegura que la permanencia de Moreno Cárdenas en el CEN del PRI ya es una carga muy pesada
— A los candidatos de Coahuila y Estado de México, les convendrá mantenerlo “de lejecitos”, pues cerca no les permitirá sumar simpatías
Rogelio Agustín
El ex gobernador Héctor Astudillo Flores reconoció que al denunciar el agandalle cometido por su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas se coloca en la posibilidad de ser expulsados del partido.
El ex gobernador ratificó su intención de “marcar distancia” ante quien definió como un personaje inmerso en escándalos, proclive a la trampa y que no garantiza fortaleza para la militancia.
Astudillo Flores ratificó su determinación de renunciar al Consejo Político Nacional (CPN), pues la jornada del lunes se rompió un compromiso hecho por “Alito”, en el sentido de no intentar prolongar su mandato al frente del PRI, pues eso demuestra que no respeta su palabra.
La noche del lunes, dijo que el ex gobernador de Campeche recurrió a “una trampa y una farsa”, al realizar una reforma estatutaria que le permitirá estar al frente del partido hasta el 2024.
“Eso me parece que es muy abusivo, por eso determiné retirarme del Consejo Político Nacional”, apuntó.
Frente a lo que muchos manejan, Astudillo señala que el PRI no es un partido que se encuentre agotado como proyecto político, por eso es importante cuidarlo y mirar hacia sus bases, para que sean sus mejores elementos los que busquen la manera de reposicionarlo.
Lo que no se puede hacer, es apostar a la posibilidad de recuperar terreno con personajes que son poco confiables para la población.
“Yo no le apuesto al político que se construye en la mentira, en el abuso, en la circunstancia que al rato hasta es perseguido por las leyes acusado de diferentes delitos, a eso no le apuesto”, anotó.
Indicó: “Figuras como Alejandro Moreno, mejor conocido como Alito no nos ayudan frente a la sociedad, una sociedad que analiza, que premia pero que también castiga”.
Recordó que su militancia en el PRI se remonta a más de 30 años, tiempo en el que se ha desempeñado como dirigente municipal de la CNOP, sindico, diputado local, alcalde y de esa manera hasta llegar a ser gobernador.
Por eso advierte: “Yo creo que hay muchas razones por las que debemos de cuidar al PRI y hacerlo frente a los que abusen, los que se quieran pasar de listos y generen atropellos, porque la fama de Alito es mucha, pero es famoso por sus escándalos, no por ser brillante”.
El riesgo de la expulsión
El ex gobernador de Guerrero admitió: “No dudo que me pongo en la mira, que el famoso Alito quiera expulsarme, así como tiene en la mira a otras personas que ha perjudicado, yo me sumo a las filas de todos aquellos que no lo han secundado, para mi sería un honor que una persona de tan mala fama pidiera mi expulsión”.
Y aclaró: “Yo no espero nada, ya lo he sido todo, no ando buscando ser candidato, no estoy en esa ruta, ya fui lo que tenía que ser y puedo decir lo que crea conveniente”.
Manifestó que el dirigente nacional del tricolor pretende hacer candidatos en 2024 a sus incondicionales, mientras que a los que le hagan frente los mandará a competir a municipios y distritos que sean complicados”.
En estos momentos, dijo que prefiere marcar distancia respecto a la dirigencia nacional, para no secundar al abuso ni la trampa.
El ex gobernador de Guerrero indicó que ante los compromisos electorales de 2023, los candidatos de Coahuila y Estado de México deben apostarle mucho al encuentro con la militancia y buscar aliados en la sociedad.
“Con el dirigente nacional, Alito, lo mejor que pueden hacer los candidatos es mantenerlo lejecitos, porque de cerca es más el daño que les hará”, aseguró.