Con 30 votos a favor, la interrupción del embarazo es legal en Guerrero

– Hubo mano negra, acusa la panista Analenis Reséndiz
— La priista Gabriel Bernal da la sorpresa y vota a favor
— Se dio un paso histórico, asegura Beatriz Mojica
— El proceso estuvo viciado, asegura el presidente de la Comisión de Justicia

Rogelio Agustín

En secreto, con 30 votos a favor, 13 en contra y un nulo, el Congreso de Guerrero aprobó la despenalización del aborto.

De los 46 diputados que integran al Poder Legislativo de Guerrero solamente faltó uno, la sesión tuvo una duración superior a las cinco horas y la mayor parte del tiempo fue utilizado en tribuna por las representantes populares mujeres.

Como se tenía previsto, Morena, PRD y PT consiguieron que la votación se desarrollara por cédula, bajo el argumento de preservar la secrecía a favor de la integridad de los diputados locales que respaldaron el dictamen emitido por la Comisión de Justicia.

Durante toda la jornada, un grupo de colectivas feministas se mantuvo en control del acceso del área de estacionamiento, en tanto que los grupos Próvida se instalaron en el acceso que lleva hacia la explanada, muchos de ellos rezando hasta el último instante para solicitar que los diputados reflexionaran sobre lo delicado del tema que estaban por resolver.

Una vez que se emitió la votación por cédula, a pesar de los cuestionamientos respecto a su legalidad para el caso, vino el conteo que estableció 30 papeletas a favor del dictamen de la Comisión de Justicia, hubo 13 en contra y uno se declaró nulo.

Una vez cantada la votación y declarada aprobada la despenalización del aborto en la entidad, en el área de galerías un grupo de activistas dejó caer una lona color verde, en la que se hace alusión al hecho de que la interrupción del embarazo ya es legal.

Afuera del Congreso, los integrantes de los Grupos Próvida que habían realizado diferentes actos de presión para evitar la aprobación, lanzaron diferentes reproches a los diputados locales, a quienes acusaron de ser asesinos y de tener como destino final el infierno.

“Asesinos/ delincuentes/ sobre su conciencia están las muertes” clamaban los molestos integrantes del Frente Nacional en Defensa de la Familia (FNDF).

“Diputados/ asesinos/ el infierno es su destino”, lanzaban los reclamos de cara a los barandales que rodean al Congreso.

A poca distancia, las colectivas de paliacate y playera verde celebraban la aprobación de una reforma al Código Penal perseguida durante más de 15 años.

De la discusión en el Pleno

En la argumentación del dictamen, la secretaria de la Comisión de Justicia, Beatriz Mojica Morga hizo uso de la palabra para defender la orientación jurídica del mismo, pues señaló que cumple con todas las disposiciones que la ley impone.

Recordó que Guerrero tiene la taza mas alta de mortalidad materna en el país, entre otras cosas, por los abortos clandestinos que se registran, por falta de una legislación adecuada.

Reprochó que haya quienes manejen la versión de que las mujeres acudirán de manera masiva a practicarse el aborto, solo porque haya una adecuación al Código Penal de Guerrero.

“Eso es un absurdo”, aseguró Mojica Morga

Pidió que las mujeres no sean juzgadas por ejercer su derecho a decidir, ya que lo que se pretende es que las mujeres puedan decidir sobre su vida y sus cuerpos.

Para la representante popular, lo que sucedió este martes es que se rompió con el estigma que ha pesado sobre la mujer, y se permite que la maternidad sea solo por elección y nunca más por obligación.

“Con esta reforma, enviamos mensaje fuerte y caro; las decisiones reproductivas corresponden a cada mujer”, dijo la integrante de la bancada de Morena.

El procedimiento está viciado

El presidente de la Comisión de Justicia, Jesús Parra García sustentó su voto en contra, bajo el argumento de que el procedimiento legal fue violado en todas sus etapas, por eso advirtió que la despenalización del aborto tendrá un alto costo político y social para Guerrero.

Con la modificación a la ley, se deja en estado de indefensión a mujeres, médicos y los jueces que tendrán que analizar esos casos.

Para el integrante de la bancada del PRI, lo sucedido este martes es una evidencia muy clara de un albazo, impuesto con intolerancia política y producto de la incongruencia entre el decir y el hacer.

Más aún, sostuvo que la iniciativa contiene errores y una mala redacción jurídica, por lo que se abre la ruta para la impugnación.

Gloria Citlali Calixto Jiménez, una de las promoventes, sostuvo que se trata de una cuestión de justicia social, salud publica y derechos humanos.

Ella sostuvo que votar a favor, es ir en el sentido que marca la defensa de los derechos humanos de las mujeres y contra los estigmas, con la certeza de que la despenalización no lo es todo: “es apenas un paso”.

Hubo manos negras

La panista Analenis Reséndiz Javier mantuvo su postura en contra, pues señaló que la ciencia ya ha demostrado que desde la concepción, el ser humano tiene el derecho a la vida y debe ser defendido, por su condición de vulnerabilidad.

Ella hizo hincapié en el hecho de que el dictamen registra varios vacios legislativos, por lo que su aprobación resulta ilegal y en consecuencia, se puede atacar en los tribunales.

“Aquí hubo mano negra y no fueron las mías, nos dijeron que somos unos novatos; soy novata pero no me he pasado por mis ovarios la ley, como tampoco ha pasado por los testículos del diputado Jesús Parra”, anotó.

La Morenista Nora Velázquez argumentó que se trata de reconocer a las mujeres como sujetas de derecho, no personas sujetas a subordinación.

Votar en contra del dictamen, para la representante popular implicaba imponer una visión totalitaria y de corte fascista, además de ir en contra del interés general de los guerrerenses.

Quienes se oponían, asumió que carecen de autoridad moral y ética, pues hay niñas condenadas a la maternidad forzada.

“No se debe aceptar la voluntad divina de un violador; un padre, un tío, ni de un sacerdote”, asestó.

La peredista Yanely Hernández Martínez dio la sorpresa, pues subió a la tribuna para ir en contra de lo pactado por su fracción parlamentaria, ya que se pronunció a favor de la vida y en contra del dictamen.

“Esta es una guerra llamada aborto y va contra los indefensos, contra los que no tienen voz”, aseguró.

La morenista María Flores Maldonado llamó a no anteponer argumentos sustentados solo en razonamientos de tipo personal, porque la obligación de los diputados es votar privilegiando los intereses de la sociedad.

Julieta Fernández, integrante de la bancada del PRI sostuvo que este 17 de mayo deberá ser declarado como día de luto para Guerrero, “porque hay un plan de asesinar en todo el país que hoy está por imponerse, con esas ideologías arrastran a las mujeres a matar a sus hijos, una ideología que se infiltra en todos los niveles de gobierno; se trata de violentar y asesinar al más vulnerable, al que no tiene voz”.

Los señalamientos hechos por Fernández Márquez fueron refutados por la morenista Beatriz Mojica, quien señaló que ante lo delicado de lo que se decía, sería importante que se presentaran las pruebas de todas las acusaciones lanzadas en tribuna.

No quisieron votar en público

Cuando llegó el momento de votar, la presidenta de la Mesa Directiva, Flor Añorve Ocampo dio cuenta de un documento entregado por la Junta de Coordinación Política (Jucopo), en la que se proponía que el asunto se votara por cédula, no de manera económica (poniéndose de pie) ni nominal (dando a conocer nombre y sentido del voto).

Votar por cédula implicaba mantener en secreto el sentido del voto, lo que fue cuestionado por las diputadas del PRI, Alicia Zamora Villalba y Julieta Fernández, que argumentaban que dicha modalidad no está considerada en la Ley Orgánica para el tipo de reformas que se discutían.

La presidenta insistió en que se trataba de un acuerdo de la Jucopo, ante lo que las diputadas del PRI solicitaron que se dijera de manera puntual quienes firmaban el acuerdo de Jucopo.

Al revisar, se estableció que firmaban el acuerdo Alfredo Sánchez Esquivel, presidente de Jucopo y coordinador de Morena; Raymundo García Gutiérrez, coordinador del PRD y secretario de la junta, además de la vocal Leticia Mosso Hernández, única diputada del PT.

Ante la confusión que generó el debate, la propuesta ni siquiera se sometió a votación, prácticamente se dio por hecho que pasaría por mayoría.

Cuando se sometió a votación, 24 cédulas tuvieron un sentido a favor; 13 estaban marcadas en contra y uno fue anulado.

Muy pocos legisladores dieron a conocer el sentido de su voto al momento de plantarse ante la urna, una de ellas fue la priísta Gabriela Bernal Reséndiz, ex secretaria general del Comité Directivo Estatal, quien exclamó: “Por ellas, las que no tuvieron la oportunidad de decidir”.

La condena de Morena

Una vez cantada la aprobación del dictamen, desde la zona de galerías se dejó caer una lona color verde con la leyenda: “Aborto legal en Guerrero”.

Afuera, las colectivas que permanecieron en el acceso principal celebraron y reconocieron la actitud de las diputadas y diputados.

Los representantes de los grupos próvida, que también aguantaron toda la jornada dejaron de rezar, pero los gritos contra el Congreso se intensificaron.

“Asesinos”, “genocidas”, “pecadores”, “demonios”, fueron algunos de los calificativos que se desataron.

Pero hubo una consigna que surgió del momento de malestar: “Morena, ese dictamen será tu condena”.

Otros también echaron mano de la imaginación para complementar: “El aborto no da votos/nos vemos en 2024”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *