MIRADA INTERIOR
Por: Isaías Alanís
-Sí, debemos redimirlos. Hay que incorporarlos a nuestra civilización, limpiándolos por fuera y enseñándolos a ser sucios por dentro…
E.Valadez
Edmundo Valadez, (1915-1994), autor de “La muerte tiene permiso”, plantea en la novela, los acontecimientos postrevolucionarios y la subsistencia de mecanismos de aniquilación de líderes “molestos para el régimen”. Ultimados desde los centros de poder o contando con la impunidad oficial, ausencia de justicia y la ceguera de las autoridades que cómplices, se hacen de la vista gorda ante crímenes que se cocinan desde las esferas del gobierno; empresarios, talamontes expoliadores de recursos hídricos de comunidades, tierras comunales arrebatadas, que ocasiona el desplazamiento de los antiguos dueños desde tiempos inmemoriales: les han arrebatado la tierra.
El caso de Rubén Jaramillo y su familia, es emblemático, en pleno jolgorio revolucionario en 1962, Jaramillo es brutalmente masacrado junto con su familia. En Ahuatepec, Enedino Montiel y su esposa. En esas dos masacres no hubo detenidos. En 2024 fueron asesinados 25 defensores de tierras y aguas y casi cien atentados contra ambientalistas.
Según el informe de defensores de ambientalists, los motivos del lobo son fáciles de entender: “Gabriela Carrión calificó como los proyectos más letales: la hidroeléctrica Paso de la Reina, que se pretende construir en el Río Verde, Oaxaca; el proyecto hidroeléctrico La Parota, en Guerrero (su construcción está cancelada, pero aún es motivo de conflictos y quienes se opusieron a ella siguen siendo amenazados); el Acueducto Independencia y el tema del agua en el territorio de la Nación Yaqui, en Sonora” Y cientos de desarrollos turísticos e inmobiliarios en México, la defensa del agua, bosques y la minería son otros de los proyectos letales para los pueblos de México. Ningún gobierno del periodos neoliberal que se mantuvo vivo con el gobierno de AMLO, ha logrado borrar esta ola de asesinatos que no se han parado; y no hay culpables.
La sangre ha corrido impunemente, la muerte tiene permiso y no va sola. Samir Flores Soberanes fue ultimado con la firma de la casa en 2019 afuera de su hogar. Opositor al Proyecto Integral Morelos del gobierno federal para la construcción de la Termoeléctrica de Huexca. Isaac Medardo Herrera Avilés, fue asesinado al abrir la puerta de su casa en 2020. Rodrigo Morales, opositor al relleno sanitario de Loma de Mejía fue ultimado. En diciembre de 2023, fue desaparecida la activista y artista María Fernanda Rejón Ovalle, localizada días después muerta en la autopista México-Acapulco, entre Cuernavaca y Temixco, entre muchos. Un caso “extraño” fue el del “empresario y ambientalistas Paul Humberto Vizcarra Ruiz fue localizado muerto en las inmediaciones de la Autopista del Sol, cerca del pueblo de Parres, en la alcaldía Tlalpan de la Ciudad de México, informaron sus compañeros de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Morelos. (Jornada/17/octubre/2019).
En algunos casos, Samir e Isaac, el asesino o los asesinos llegaron a las puertas de su casa, ¿la firma de la casa? Eso mismo le ocurrió a Marco Antonio Suástegui Muñoz, dirigente del Consejo de Ejidos y Comunidades a la Presa la Parota (CECOP). Y representante de la asociación Turisteros Unidos en Defensa de Playa Icacos (Tuderpi). El pasado 18 de abril, en plena Semana Santa bajo un fuerte dispositivo de seguridad, el asesino solitario llegó a la playa Icacos y le disparo la carga de su arma a Suástegui que de inmediato fue llevado a un hospital privado por familiares y amigos. El líder de los Bienes Comunales del Acapulco rural y cabeza opositora a la presa la Parota falleció a consecuencia de las heridas a las 13.50 del 25 de abril después de ocho días de luchar contra la muerte.
Ningún gobierno se dio a la tarea de encontrar a los culpables. Sin mencionar desapariciones de ambientalistas y familiares. Los estudios existentes apuntan a que los más afectados por esta acción criminal son los pueblos originarios ricos en recursos naturales.
Helena Garro, así lo planteo cuando se enteró por vía de Enedino Montiel y su esposa del asesinato de Mauro Ocampo Rosas, joven de 15 años víctima del asedio a las tierras de Agustín Legorreta: “Cuales son los pecados de los indios? Los pecados de los indios de México, son los mismos de los negros en Estados Unidos. Hay una diferencia; mientras los norteamericanos publican abiertamente sus prejuicios raciales, nosotros los ocultamos cuidadosamente”. (El Universal/20/agosto/2006).
En este catálogo de ajusticiamientos, las palabras de Helena Garro, se disipan, ya no se ocultan los ajusticiamientos y en ocasiones intervienen elementos de corporaciones policiacas ligadas a gobiernos estatales y alcaldes: Aguas Blancas, fue la policía de Guerrero. Se podrían citar decenas de casos. El gobierno federal debe poner un alto a gobernadores, alcaldes del país que no contienen esta practica. Proyectos mineros, presas, inmobiliarias fuera de normas legales. Ejemplo; en Topolobampo; frenar el proyecto de la Empresa Gas y Petroquímica de Occidente con la planta de amoniaco. Su construcción, impulsada por el gobierno de Morena. Aducen, pescadores y ecologistas que causaría un ecocidio a la zona. Estas dos acciones programadas, contravienen tratados de México, vigentes desde el 4 de noviembre de 1986 y “el Convenio sobre la Diversidad Biológica” firmado en junio de 1992, ratificado el 11 de marzo de 1993. El gobierno de Sinaloa, no ha tenido el “gesto” de gestionar una consulta con habitantes de Topolobampo y demarcaciones aledañas.
¿El gobierno de México continuará en su saga cotidiana acumulando fallecidos, feminicidios y desaparecidos en un país donde la Muerte tiene permiso? Mientras se vive bajo un alud de violencia delincuencial, migrantes, pobreza, acoso de los halcones de EEUU.¿O con el cambio de estrategia del gobierno cuatroteísta se detendrá esta sinergia histórica imparable?
DE REOJO
En México donde la muerte tiene permiso, “se murió la democracia” con el error de diciembre y con el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). Los antecesores y epígonos de Ernesto Zedillo, la abortaron con la bendición de la iglesia de Narcoberto, el comprador de inmuebles, exento de impuestos al igual que la corte de mega ricos beneficiados, incrementando su riqueza, gracias a Zedillo; deuda privada se convirtió en. deuda pública, que seguimos pagando.