— El artesano añora los tiempos de antaño, cuando la gente barría su calle y tenía patios grandes
Yasmín García
En una de las banquetas de la colonia Universal, don Eutimio Vargas Sánchez vende las escobas de vara que elabora, oficio que heredó de su padre y que a sus 84 años sigue ejerciendo para llevar el sustento a su familia.
Cada tercer día, don Eutimio va por la vara al cerro de la colonia Rosario Ibarra; a las 7 de la mañana llega al cerro para cortar con un machete la vara, el segundo paso es amarrarlas con un mecate y prensarlas con piedras para darles forma de escoba.
A las 11 termina y se regresa a su casa con las escobas que venderá en la ciudad.
Eutimio añora los tiempos de antaño; cuando vendía hasta 20 escobas en un día, porque las personas tenían patios grandes y las calles no estaban pavimentadas, había la costumbre de barrerlas todas las mañanas, porque eran de terracería, y las escobas de plástico no aguataban, se maltrataban rápido.
En la actualidad las escobas de vara ya no se venden.
“Si tengo suerte llego a vender una, a veces no vendo nada, pero no puedo dejar de trabajar, de buscarle; le voy luchando, así ganamos algo, vamos luchando para ir comiendo, todo esta caro”, dice Eutimio.
En la temporada de estiaje, el adulto mayor se dedica a la venta y elaboración de escobas, pero en la temporada de lluvias trabaja en la extracción de arena, una labor pesada y poco redituable; la cubeta de arena la vende en 10 pesos.
“La competencia en la venta de escobas está dura, porque ahora pura de plástico; en la arena también ya hay almacenes grandes hay puro billetudo, fui a ofrecer mi arena, pero dicen que no que ya les llevan por volteos no por cubeta”, relató.
Eutimio considera que a sus 84 años está sano y fuerte para seguir trabajando.
“De las flemas de repente padezco, de ahí en fuera estoy bien, normal, pura madera buena a mi edad, ahorita pura madera tierna que no dura”, dice sonriente.
Aunque a Eutimio le resulta difícil escuchar, no considera que sea una enfermedad y un obstáculo para trabajar.
Eutimio agradece a Dios por su salud, y le pide que lo deje seguir trabajando “otros dos años siquiera”.
De acuerdo a cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el 5 por ciento del total de los trabajadores en México, son adultos mayores de 65 años o más.