— Familiares y amigos señalan como objetivo del ataque a un joven que se sabía, vendía droga en el parque
— “Esperamos justicia divina, porque las autoridades no harán nada”, reprochan en acto fúnebre
Jesús Dorantes
Chilpancingo, Gro.- Amigos y familiares dieron el último adiós a Víctor Moisés Galicia Silva en el parque de Skate “Las Avispas”, dónde él y otra persona fueron asesinados a balazos, la tarde del sábado 3 de diciembre.
El lunes 5 de diciembre, en el parque ubicado en la avenida Benito Juárez, en el lado norte del primer cuadro de Chilpancingo, llegó el féretro de “Moi” como se le conocía entre sus seres queridos.
Galicia Silva Tenía 30 años de edad y era un veterano promotor de la cultura del patinaje, por lo que pasaba gran parte de su tiempo en dicho lugar.
Durante el acto fúnebre, que se manejó de muy bajo perfil, los asistentes exigieron justificia por el asesinato registrado en un espacio que aseguran, le ha costado mucho a los promotores de la cultura Skate.
Por los medios de comunicación y redes sociales, manfestaron que se han enterado de lo dicho por la presidenta municipal, Norma Otilia Hernández Martínez, en el sentido d que hay dos detenidos por el crimen.
Los familiares, señalaron que “Moi” no era el objetivo de los asesinos, en realidad fue un daño colateral, pues la intención era acabar con Edgar “N”, quien también murió en el ataque.
Para los conocidos de Moi, la agresión en contra de Edgar “N” era una posibilidad que se planteaba desde hace tiempo, pues se le señalaba der vender droga dentro del parque, pero las autoridades nunca acudieron a verificar lo que pasaba.
Entre las palabras que se dedicaron a la memoria de Galicia Silva, destaca la de uno de los asistentes, quien airadamente refirió: “Solo nos queda esperar justicia divina, porque sabemos que las autoridades no harán nada”.
En el pequeño homenaje varios de los amigos de Moisés, quien tenía una tienda al interior del parque, alzaron sus patinetas para formar un túnel en el que pasó el féretro al salir de lugar.
Hubo llanto, abrazos entre los amigos y familiares, además de un reclamo de justicia que estuvo sonsombrecido por la ausencia de esperanzas en que se tendrán resultados, al menos no en el corto plazo.