Ramón Loya Romero
Hoy termina el mes de noviembre, el penúltimo del año, y así, mañana iniciar el mes de diciembre, el último de éste año 2022.
Noviembre ha sido un mes de grandes acontecimientos, sin duda alguna, a nivel nacional y mundial. En nuestro país se han vivido las emociones que generan las justas deportivas más apasionantes y arraigadas en nuestro querido y atribulado México: el Futbol! El deporte que revive la esperanza y el deseo de una conciencia colectiva por la victoria que alimenta y retroalimenta el espíritu de la competencia, de la lucha por la cosecha de éxitos y de logros inalcanzables.
En otro ámbito, no menos destacable, ha sido la efervescencia política mexicana qué ha traspasado las fronteras de nuestra nación y de las clases políticas, sociales, civiles, económicas y partidistas. Las concentraciones masivas de las dos marchas del 13 y 27 del presente mes, han dado cuenta de una inmensa e intensa politización y han generado con ello las más diversas opiniones y análisis que nos llevan de manera inexorable a la reflexión.
México, nuestro México tal y cómo lo concebimos muchos de nosotros, ya no es el mismo, ni puede ni debe de ser, al menos no, en lo que respecta al sistema político. Ciertamente, la lucha por la Democracia ha sido ardua y costosa. No ha sido nada fácil ni mucho menos, pero podemos reconocer, hoy por hoy, los avances, los logros, los haberes que nos va propiciando lo invertido, sobretodo, de todos aquellos hombres y mujeres, que con su pensamiento, sus ideas y decidida participación aportaron y en muchos casos, ofrendaron sus propias vidas.
La contienda por la candidatura presidencial del 2024, ya asoma desde hace algunos meses las figuras más destacadas. Las aspiraciones pueden estar sustentadas en su legítimo derecho. A nadie se le puede regatear esa primicia. Lo cierto es que, ni son todos, ni todas los que dicen querer, ni los que deben ni serán los que logren la más alta y cara aspiración: ser Presidente de la República Mexicana.
Marcelo Ebrard Casaubon, es desde mi más modesta opinión, es quien tiene la más amplia y vertiginosa trayectoria en su carrera política; cuarenta años dedicados a su formación, no deja lugar a dudas de ser el mayormente y mejor preparado. Su capacidad y carisma le pueden permitir generar las mejores condiciones para ser el catalizador de los descontentos, de ser el factor de la tan requerida unidad nacional, al interior y al exterior de todos los ámbitos.
El próximo sábado 3 de diciembre en la CDMX se llevará a cabo la Toma de Protesta de quienes serán los responsables de promover y difundir el reposicionamiento de su imagen en todo el territorio nacional.
Guerrero lleva las propuestas para dichas encomiendas.
El ex Senador Luis Walton Aburto es quien ha asumido la más alta responsabilidad de los trabajos en nuestro estado suriano.
La convergencia de todas las fuerzas y de todas las voluntades para y con Marcelo Sí ✔
Es cuánto.