— Este lunes 24 de octubre reabrieron las escuelas del municipio, solo hace falta la parte alta de la Sierra
— Tras una misa en memoria de los caídos el 5 de octubre, reabre sus puertas el Ayuntamiento
— El comercio y transporte ya se habían reactivado, lo que impidió que se provocara e problema de desabasto
Jesús Dorantes
De manera escalonada, el sector educativo, religioso y el político iniciaron un esfuerzo encaminado a reinstalar la normalidad en la vida cotidiana de San Miguel Totolapan, la cual se interrumpió tras la masacre de 20 personas, la jornada del 5 de octubre.
Son 19 días de los hechos, cuando decenas de sicarios irrumpieron violentamente en este municipio ubicado en la Tierra Caliente, que ahora tiene un Ayuntamiento con una fachada renovada, pues los impactos de bala que afectaban su imagen ya fueron cubiertos con revoque y pintura.
El regreso a la normalidad en tres tiempos
A las 07:00 horas, las puertas de las dos primarias, una secundaria y el Colegio de Bachilleres ubicados en la cabecera reabrieron sus puertas para recibir a más de 3 mil 500 estudiantes.
De hecho, los alumnos del Cobach dieron la primera señal de querer volver a la normalidad, cuando regresaron a las aulas desde la mañana del miercoles 19 de octubre, lo que fue confirmado por el titular de la Secretaría de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña.
De acuerdo con el secretario de Educación, solamente hace falta que regresen a clases las escuelas de la parte alta de la Sierra, pero no señala cuántas son ni el número de alumnos afectados.
Las calles que durante casi 19 días permencieron casi desiertas, fueron transitadas nuevaente por niños y adolescentes con dirección a sus planteles, la mayoría iban acompañados de sus padres y debidamente uniformados.
Los que llegaron tarde, debieron esperar el desarrollo de los honores a la bandera para poder ingresar, con el respectivo llamado de atención por parte de maestros y directivos.
Varios de los estudiantes, confirmaron que dejaron de acudir a clases porque entre las víctimas mortales del 5 de octubre tenían algún ser querido, lo que les había generado un impacto directo.
Para las 08:30 horas, en la iglesia del centro se realizó una misa a la que acudieron trabajadores del Ayuntamiento, pues la actividad litúrgica se oficio en memoria de las 20 víctimas mortales del 5 de octubre, entre las que se encuentran el alcalde Conrado Mendoza Almeda y su papá, Juan Mendoza Acosta.
Después, poco antes de las 10:00 horas, las puertas de un revocado Palacio Municipal se reabrieron, para de esa manera retomar las actividades administrativas, aunque la presidencia municipal sigue vacía.
Aunque la síndica Elena Barragán Uriostegui se encuentra a cargo de la alcaldía, este lunes no estuvo en la cabecera municipal, se sabe que se encuentra en Chilpancingo, atendiendo reuniones con diferentes instancias de Gobierno y con la dirigencia estatal de su partido, el PRD.
El secretario general del ayuntamiento, Fredy Vázquez Palacios, confirmó que la misa de las 08:00 marcaba el esfuerzo colectivo de regresar a la normalidad, las que se retomaron en el Palacio Municipal después de las 09:30 horas, con decenas de trabajadores vistiendo ropas de color blanco, lo que implica mandar un mensaje de que buscan retomar el ritmo de sus vidas en un ambiente de paz.
El edificio que ocupa el el Ayuntamiento no se encuentra reparado en su totalidad, aunque la fachada ya fue totalmente restaurada con ayuda de personal del Ejército Mexicano.
Los orificios provocados por los impactos de bala fueron resanados, solo faltan reparaciones eléctricas y restablecer el servicio de Internet, para normalizar las tareas administrativas.
El comercio ya había regresado, lo que permitió que los hjabitantes sufrieran de un desabasto de víveres.
El transporte también ya se restableció, en tanto que la seguridad se mantiene a cargo del Ejército Mexicano; la Marina, Guardia Nacional (GN), Policías del Estado y de la Investigadora Ministerial.
A 19 días de la masacre, en San Miguel Totolapan sus sectores productivos ya dieron la señal de pretender retomar su vida normal, aunque reconocen que necesitan de la permanencia de los cuerpos de seguridad a cargo del Estado y la Federación, pues su policía local no está en condiciones de hacerle frente a los grupos del crimen que se disputan la zona, de los que hasta el momento, ningún integrante ha sido detenido.
El lugar en que fueron asesinadas 18 de las 20 víctimas se encuentra cerrado, con la leyenda de “asegurado” por la Fiscalía General del Estado (FGE) y el número de carpeta de investigación correspondiente, la 12120560200078051022, de la que hasta el momento se desconocen avances.