— Habitantes de San Jerónimo Palantla acusan al CIPOG y la CRAC-PF de ser generadores de violencia
— Los sacerdotes ya se ven afectados por la violencia, advierte párroco
Jesús Dorantes
Chilpancingo, Gro.- Integrantes del Frente Popular Francisco Villa (FPFV) bloquearon los cuatro carriles de la autopista del Sol para exigir que se desarme a la Policía Comunitaria fracción Pueblos Fundadores (CRAC-PF), a la que acusan de asesinatos y desapariciones registrados en la Montaña baja del estado, incluso, advierten que hasta los sacerdotes de la zona ya han dejado de ofrecer servicios por la inseguridad.
Desde las 13:00 horas de este lunes, un grupo de 30 integrantes del Frente Popular Francisco Villa (FPFV), acompañados de estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, cerraron con dos autobuses el parador de Marqués en, la entrada sur de Chilpancingo.
Concepción Nava Calvario, sobreviviente a la masacre registrada en febrero de 2015 en la comunidad de Sanm Jerónimo Palantla, exigió que ya se deje de prestar atención a lo que calificó como un “montaje” por parte del Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero (CIPOG), organización aliada de la Policía Comnitaria de Pueblos Fundadores.
Nava Calvario, aseguró que el vocero del CIPOG-EZ, Jesús Plácido Galindo, es el principal causante de la violencia en las comunidades de Chilapa de Álvarez y José Joaquín de Herrera.
El dirigente reclamó una audiencia con la titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Sandra Luz Valdovinos Salmerón y con el titular de la Secretaría General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, para plantearles de manera directa, las razones por las que se debe desarmar a la policía comunitaria y los integrantes del CIPOG-EZ.
Los manifestantes acusaron al Consejo Indígena de hacer el montaje de un tiroteo, que se dio mientras supuestamente mientras daban una entrevista a diferentes medios de comunicación, asegurando que fueron los propios comunitarios los que se apostaron en los cerros vecinos para simular un enfrentamiento. y dispararon.
Hicieron un llamado a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, para que intervenga y brinde la seguridad a la comunidad de San Jerónimo Palantla, dónde día a día son atacados por los integrantes del CIPOG-EZ.
Hasta los sacerdotes están en riesgo
El Párroco José Filiberto Velázquez, denunció que los representantes de la iglesia católica ya son afectados por la violencia que se ha generado en la Montaña Baja de Guerrero.
Este último fin de semana, el sacerdote de Atzacoaloya, comunidad que se encuentra en el paso hacia la zona de Tula, Xicotlán y Alcozacán, tuvo que suspender sus servicios religiosos por el temor que han generado los enfrentamientos.
“El mismo párroco de Atzacoaloya no pudo celebrar misa en las comunidades de la región, por los bloqueos y los conflictos armados, no queremos que pase en Guerrero lo que pasó en Chihuahua, porque los grupos del crimen organizado ya no tienen un respeto por nadie ni por la vida de nada, es preocupante que esta situación no se solucione y por eso exigimos al gobierno que se porte a la altura de las circunstancias”, dijo Filiberto Velázquez.