— Directivos crean clínicas patito para canalizarlos, sin condiciones óptimas
Jesús Dorantes
Pacientes de hemodiálisis que reciben sus tratamientos en el clínicas del ISSSTE de Chilpancingo cerraron con cadenas las puertas de la clínica en la capital, denuncian la creación de dos clínicas que no cuentan con las instalaciones ni personal necesarios para brindar sus tratamientos.
Desde las 10:00 horas del jueves, decenas de pacientes que padecen de insuficiencia renal se dieron cita en la clínica del ISSSTE ubicada en Jacarandas, dónde hicieron una denuncia pública ante personal de Gobernación del estado, posteriormente colocaron cadenas y candados en la puerta principal, para impedir la entrada y salida, tanto de personal como de usuarios.
En su denuncia, Jesús Hernández Malagon acusó a la secretaria de Salud, Aide Ibarez Castro de hacer caso omiso de protestas pasadas, cuando dieron a conocer que se está cometiendo dicha irregularidades.
Acusaron también al subdirector de la clinica Mustafa, Rafael Cortés de no dar la cara ante la exigencia de clínicas dignas para los pacientes.
Hicieron un llamado a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, así como al senador Félix Salgado Macedonio para que cumplan su promesa de campaña, de convertir Casa Guerrero en una clínica que les brindaría el servicio.
En la zona Centro existen 150 pacientes que están siendo canalizados a dos clínicas en Chilpancingo y Acapulco, que aseguran que no están certificadas, no cuenta con el personal necesario, ni la higiene ni tampoco con el equipo necesario para brindar el servicio de hemodiálisis, lo que pone en riesgo la vida de los usuarios.
