— Familia y amigos asisten a su escuela José María Morelos, donde prestaba sus servicios
— El profesor disidente era también comandante de la UPOEG en la base de Buena Vista
Jesús Dorantes
Chilpancingo, Gro.- Familiares, profesores, padres de familia y alumnos de la Escuela Primaria José María Morelos y Pavón realizaron un homenaje póstumo a Mario Zamora Maldonado, el también comandante de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), asesinado en una incursión de supuestos integrantes de “Los Ardillos”.
La ceremonia se desarrollo dentro de la escuela José María Morelos, dónde Zamora Maldonado impartió clases, en la comunidad del Ocotito.
De primera instancia, el director del plantel, Julián del Carmen Miranda sostuvo: “Mi compañero y amigo, Mario aun está con nosotros; nos tocó el portón como siempre lo hacía… aquí está con nosotros”.
El mentor dirigió un agradecimiento al también integrante de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG):
“Compañero Mario, te agradecemos mucho haber coincidió en esta vida, dejaste una huella y me siento afortunado de ser tú amigo”.
En el evento también se contó con la participación de la alumna Jimena Aguilar, quien declamó una canción de Pablo Milanés, que el mismo Mario Zamora seleccionó y propuso que se adaptara como poesía.
‘La vida no vale nada/si no es para merecer/
Porque otros puedan tener/ lo que uno disfruta y ama
La vida no vale nada/ si yo me quedo sentado/
Después que he visto y soñado que en todas partes me llaman
La vida no vale nada/ cuando otros se están matando
Y yo sigo aquí cantando/ cual si no pasara nada
La vida no vale nada/ si escucho un grito mortal/
Y no es capaz de tocar/ mi corazón que se apaga
Además, se leyó a los presentes la trayectoria del profesor Zamora, desde sus inicios hasta su paso por el movimiento magisterial y las autodefensas, las veces que fue detenido y la persecución del estado en su contra.
Para concluir el evento, una vez concluidas las participaciones de integrantes de la CETEG, Lizeth Barrientos, esposa de Mario tomó la palabra para leer las palabras de uno de sus hijos hacia su padre, en las que reconoció la admirable labor como profesor y su lucha incansable cerrando con la frase: ”Feliz día del maestro”.