Pide obispo que la CETEG reciba el mismo trato que a los toma-casetas

– Salvador Rangel asegura que el magisterio “tiene un exceso de fuerza y lo usa para presionar”

Rogelio Agustín

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza consideró que la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) tiene un poder excesivo y que “lo utiliza para presionar”.

En Chilapa de Alvarez, el jerarca de la iglesia católica consideró que las acciones del magisterio presidente, cuando se equiparan al bloqueo de 12 horas en la Autopista del Sol “Le hacen mucho daño a Guerrero, particularmente a la gran industria de Guerrero, que es el turismo”.

Para ejemplificar la declaración, recordó que hasta este domingo 20 de marzo, se tenía el dato de que la ocupación hotelera en los destinos de playa de la entidad, no estaban en más del 65 por ciento.

Bajo dicha circunstancia, consideró importante que las autoridades “así como le están haciendo, reprimiendo a quienes bloquean las casetas, pues también a estos señores se les sancione”.

Recordó que el del 14 de marzo, fue un movimiento que se generó el lunes 14 de marzo, a pocos días del fin de semana largo y los efectos se dejaron sentir con la caída en la afluencia de visitantes.

“Ese lunes para mi fue un día bien difícil, yo tenia que ir a mis oficinas y no hallaba ni como entra ni como salir”, anotó.

Dijo que no está de acuerdo con las protestas que impulsa el magisterio, porque utiliza la fuerza que tiene para generar daños.

Por eso llamó a las autoridades a “ponerse las pilas” y hacer lo necesario para impedir que se vuelvan a cerrar las carreteras, “principalmente la Autopista del Sol”.

Dijo que si bien los trabajadores de la educación aseguran que defienden sus derechos, en términos reales, nunca han señalado abiertamente ¿qué es lo que defienden?

No descartó la posibilidad de que sea real la versión de que los dirigentes del magisterio solicitaron un pago de cuatro millones de pesos para desactivar las protestas, porque eso es parte de los usos y costumbres que se han realizado en el estado.

“Hay quienes vienen a protestar y les dan dinero, entonces se van, pero cuando se les acaba regresan y se genera ese circulo vicioso, ojalá y ya se trabaje más a fondo, para atender los problemas de raíz”, anotó.

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