Rosario García Orozco
Chilpancingo, Gro., 27 de febrero del 2022.- La presa denominada La Calera, ubicada en el municipio de Zirándaro, es prácticamente obsoleta y sólo funciona en época de lluvias, lamentaron campesinos de la zona que se dedican al cultivo de maíz elotero, sorgo, melón y papaya, entre otros.
En entrevista Telefónica, Margarito Barrera Alvear, representante del Movimiento Antorchista de Zirándaro, municipio de Tierra Caliente, informó que, según el jefe del módulo de riego, Orlando Carrasco Bermúdez, el sistema de riego en las inmediaciones de la presa funcionaba para mil 800 hectáreas y en la actualidad sólo funciona para 700 o 800 hectáreas porque está azolvada, prácticamente no funciona, y los agricultores tienen agua mientras el río está escurriendo porque ya no tiene almacén en absoluto.
Explicó que aún hay agua porque hubo mucha lluvia en la temporada pasada y el río aún no deja de escurrir, pero se cortará en los próximos días, el canal se seca al 100 por ciento y se quedan sin agua, que no tendrán ni para el ganado., alertó.
Hace unos años, un grupo encabezado por el señor Gamaliel Pérez, se movilizó, gestionó y logró el proyecto llamado Cañitas, arriba del poblado Pandacuareo, en Zirándaro, con el que se pretende subsanar la falta de agua en el municipio, pero está parado, por lo que solicitan a las autoridades de los tres niveles de gobierno -Federal, Estatal y Municipal-, el desazolve de la presa La Calera o echar a andar el proyecto Cañitas, para apoyar a agricultores y ganaderos.
Señaló que el desazolve, puede realizarse en etapas y consiste en sacar el material de la presa y rehabilitar parcelas de cultivo, ya que toda la tierra es un abono orgánico de buena calidad, “Se le debe aplicar cierta cantidad de dinero al año, para que por medio de góndolas o maquinaria se rehabiliten las parcelas de cultivo”, aclaró.
El dirigente antorchista destacó que sería importante rehabilitar las parcelas, ya que en la actualidad, están muy deterioradas por el uso de fertilizantes químicos, que aumentaron su costo hasta en un 200 por ciento, “La gente que se dedica al cultivo está preocupada porque no sabe de qué manera va a tener los insumos que necesita para el próximo periodo de siembra”.
Dijo que insisten en echar a andar el proyecto, que además de beneficiar a más de mil agricultores, creará empleos temporales, pues para cada hectárea de cultivo se emplean a unas tres o cuatro personas durante dos meses, concluyó Margarito Barrera.