– El profesor Salvador Catalán Barragán, ex consejero de la Policía Comunitaria y el adolescente Marcos Roble fueron privados de la libertad desde la jornada del jueves 9 de diciembre
– “El Código Rojo falló”, dice hija del también académico de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro)
Rogelio Agustín
Los cadáveres del profesor Salvador Catalán Barragán, de 62 años de edad y de su hijo de crianza, Marcos Roble Alejo de 16 fueron encontrados tirados, dentro de bolsas negras en las inmediaciones de la colonia Ladrillera, en Tierra Colorada, a cuatro días de que fueran privados de la libertad.
La mañana del jueves 9 de diciembre, el profesor Salvador Catalán salió de su domicilio, ubicado en Tierra Colorada, cabecera municipal de Juan R. Escudero, con dirección a Chilpancingo, eran las 08:30 horas cuando se tuvo la última comunicación con él.
Para las 14:00 horas, su hijo de crianza, Marcos Roble Alejo fue interceptado junto con otro policía comunitario del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), hombres armados los amagaron y privaron de la libertad.
La madrugada del viernes, Julio Gómez Rico, el tercer integrante del FUSDEG desaparecido fue localizado en las inmediaciones de la comunidad de Plan de Lima, sobre la carretera México-Acapulco, estaba amarrado de las manos y sumamente golpeado, pero vivo.
Integrantes del FUSDEG que fueron contactados telefónicamente señalaron que Julio no quería hablar sobre lo sucedido, a pesar de los golpes estaba bien, completamente lúcido, pero se mostraba renuente para hablar sobre lo que pasó la tarde del jueves.
Para entonces, los habitantes de Tierra Colorada ya habían bloqueado la carretera federal, en tanto que trabajadores de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) realizaban una marcha en la capital del estado para exigir la localización de Salvador y Marcos.
Particularmente solicitaron la puesta en marcha del denominado Código Rojo, el cual se desplegó la noche del martes 7 de noviembre, a partir del supuesto intento de secuestro contra un empresario de la ciudad de Tixtla, pero que se encontraba en Chilpancingo.
El Código Rojo, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), se activa con una llamada al 911 o con el acercamiento a un oficial del Estado o la Federación en caso de delitos de alto impacto, lo que viene después, es el despliegue de personal de la Marina Armada, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y de la Policía del Estado.
Del hallazgo
La mañana del domingo, en la base del FUSDEG ubicada en Tierra Colorada se informó del hallazgo de cuatro bolsas negras con restos humanos, los que ya estaban en avanzado estado de putrefacción y con una gran cantidad de gusanos.
Las bolsas fueron ubicadas en un lote baldío de la colonia Ladrillera, un campesino avisó y la policía comunitaria se trasladó hacia dicho lugar para realizar la verificación.
Para las 10:00 horas, en el teatro hundido de la alameda Granados Maldonado, la señora Evelia Catalán Casiano llegó hasta el lugar en que un grupo de trabajadores de la UAGro daría una conferencia de prensa, precisamente para dar seguimiento al caso.
La señora Catalán Casiano es hija del profesor Salvador Barragán, ella manifestó que había tenido comunicación con familiares y amigos de Tierra Colorada, mismos que le confirmaron que efectivamente, los cadáveres localizados en las cuatro bolsas eran el de su padre y del joven Marcos.
El Código Rojo no sirve
En el teatro hundido, la también trabajadora de la UAGro se refirió al dispositivo de seguridad que se dio a conocer apenas hace unos días.
“No es efectivo, no sirve para nada”, aseveró.
Agregó: “Yo no sé lo que tangan que hacer en ese protocolo, pero en el caso de mi padre nunca funcionó, nunca los encontraron”.
Con frases entrecortadas, apenas conteniendo el llanto, la señora Evelia comentó que cada que se comunicaba con el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) que se encontraba al frente del caso, lo único que le decían es que estaban haciendo las investigaciones.
Indicó que mantuvo la calma durante cuatro días, porque mientras no había noticias, se tenía la esperanza de que ambos estuvieran con convida, pero la mañana del domingo la información llegó de manera abrupta, inobjetable, confirmada por sus familiares y amigos.
“Me dicen que ya confirmaron que en una de las bolsas estaba mi papá y en la otra Marcos, la Fiscalía no sabía nada, toda la información que tenían era la que yo les estaba dando”, anotó.
Insistió: “Aquí fallaron todos sus procesos, sus protocolos y el llamado Código Rojo, en el cual hay mucha burocracia, la verdad es que nos fallaron”.