— Sin embargo, las pruebas de ADN arrojarán resultados hasta el próximo viernes
Jesús Dorantes
“El pantalón, los tenis y la dentadura coinciden”, dijo la madre de Kimberly Marisol Sánchez Merino, menor de 13 años de edad, desaparecida desde el 1 de noviembre en la capital del estado, al referirise al cadáver localizado el domingo 23 de noviembre en el cerro del Huiteco, mismo que permanece en la morgue del Servicio Médico Forense (Semefo).
La madre de familia admite que no tiene una certeza plena respecto a la correspondencia del cadáver encontrado en el Huiteco y su hija, porque al momento del hallazgo ya estaba en un avanzado estado de descomposición.
Sin embargo, admite que el pantalón es el mismo talla 16 que ella le compró, igual que los tenis y la dentadura, una parte que para una madre resulta inconfundible.
“Siento que sí es mi hija”, dice la mujer al salir de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), enseguida se quiebra, rompe en llanto y se abraza a las activistas que este día marcharon para exigir que la búsqueda de la menor.
La señora sostuvo una reunión en las instalaciones de la FGE, lugar en el que durante los últimos días ha permanecido realizando las diligencias encaminadas a la localización de su hija.
A grandes razgos, narró cual ha sido la dinámica en la que se ha visto inmersa desde que denunció formalmente la desaparición de Kimberly: “Yo pedí el apoyo, presenté pruebas para que me apoyaran a encontrar a mi hija pero no recibi nada”.
Sostuvo que la alerta Amber se emitió a destiempo, aún así, ella, sus familiares y amigas comenzaron a pegar fichas con el rostro y los datos de Kimberly para tratar de localizarla.
En un primer momento presentó muestras de genética para relizar la confronta con algún cadáver de mujer que se localizara, sin embargo, cuando se localizó el cuerpo en el cerro del Huiteco, la jornada del domingo 23 de noviembre, la FGE no realizó la prueba correspondientes.
Este miércoles, tres días después del hallazgo, la madre y un hermano de Kimberly aportaron nuevas muestras, se espera que los resultados estarán listos para el próximo viernes 28.
Aunque le permitieron el acceso a la morgue, de forma visual no pudo establecer plenamente la identificación: “El cuerpo ya está irreconocible, ya están solo los restos”.
Sin embargo, refiere que tiene indicios que le permiten acercarse a una conclusión indeseable: “Es el mismo panalon, la talla es 16, yo se lo compré, son los mismos tenis y la dentadura”.
La señora manifestó que Kimberly está inscrita en el primer año de la secundaria Técnica número 30, ella desapareció en la colonia Tierra y Libertad alrededor de las 14:30 horas, después de ira visitar a su papá.
“Ella vivía con mi mamá (su abuela) en la colonia CNOP, su papá dice que sí llegó (a la colonia Tierra y Libertad), le pidió dinero y regresaria con su abuelita, pero ya no llegó co ella, ya no volvimos a saber nada”, anotó.
Aunque esperará hasta el viernes para tener la certeza de que el cuerpo que se encuentra en la morgue es el de su hija, la joven madre de familia exige que las autoridades relicen su trabajo y garanticen la seguridad de las personas, particularmente de las niñas y adolescentes.
“No puede ser que ahorita sea mi hija, después otra, y luego otra más”, reclama.