— Rechaza prácticas como el acarreo y responde a las críticas en su contra
— Afirma que su movimiento “no es más de lo mismo»
Cristina Serrano
25 de noviembre de 2025.- El exdiputado federal Rubén Cayetano García respondió a quienes descalificaron la logística y baja convocatoria de sus recientes actividades públicas —incluyendo comentarios como “junta más gente un perro atropellado”— y aseguró que no recurrirá a prácticas de acarreo, corporativismo ni dádivas, a las que calificó como propias del “viejo régimen” y de una clase política local “anquilosada y corrupta”.
En un posicionamiento difundido en sus redes sociales, Cayetano afirmó que su proyecto político no busca el poder por el poder, sino una relación de respeto con la gente de los pueblos y comunidades de Guerrero. Señaló que su movimiento se sostiene en una mística basada en la participación libre, sin presiones y sin simulación.
El exlegislador también destacó las recientes visitas del senador Gerardo Fernández Noroña a municipios de La Montaña, como Malinaltepec e Iliatenco, lugares a los que —dijo— pocos representantes federales acuden fuera de tiempos electorales.
“Han ido en campaña, eso sí, pero ya encumbrados no regresan”, apuntó al criticar la falta de acompañamiento institucional y el abandono de las carreteras de la región.
Respecto a quienes se burlan de la asistencia a sus eventos, Cayetano aseguró que esas expresiones no lo desaniman y que seguirá trabajando sin adoptar métodos que considera contrarios a los principios de la Cuarta Transformación.
Añadió que, si continúa en la política, lo hará únicamente con el respaldo genuino de la gente.
“No soy un ambicioso vulgar […] si la gente apoya será por ellos; a nadie más le voy a deber la oportunidad de servir”, expresó.
El exdiputado reiteró que no renunciará al camino político inspirado en los principios del presidente Andrés Manuel López Obrador, centrados en ética y servicio al pueblo.
“Nada de que va a venir Noroña y me pongo a acarrear gente para decirle como un vulgar cacique ‘aquí está mi gente’. La gente es libre: ¡no tiene dueño!”, afirmó.
