— Exige intervención urgente del gobierno
Cristina Serrano
Tlapa, Guerrero, 22 de julio de 2025. – En un comunicado difundido este martes, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan denunció una nueva incursión violenta en la comunidad de Cruz Fandango, municipio de Alcozauca, donde más de 300 personas provenientes de Cuyuxtlahuac agredieron a habitantes, dejando un saldo de dos personas heridas por arma de fuego y al menos nueve detenidas, incluidos dos menores de edad.
Los hechos ocurrieron el 21 de julio, alrededor del mediodía, cuando los agresores irrumpieron en el poblado gritando que los habitantes “no tenían nada que hacer en esas tierras” y debían irse. De acuerdo con los testimonios recabados por Tlachinollan, el grupo armado detuvo a tres adultos mayores, dos adolescentes y cuatro mujeres, quienes fueron trasladados a la cárcel de la comunidad de Cuyuxtlahuac. Las mujeres fueron liberadas hacia la medianoche, pero el resto permanece detenido, sin que sus familiares tengan información sobre su situación o estado de salud.
Testigos afirman que algunos detenidos fueron golpeados y sangraban del rostro cuando los subieron a una camioneta. “Tememos por su integridad, sobre todo porque entre ellos hay niños de 15 y 16 años”, alertó la organización.
El conflicto tiene raíces profundas: Tlachinollan recuerda que hace más de 35 años, el señor Juan Crescencio Reyes fundó Cruz Fandango tras afirmar haber visto una visión divina. Desde entonces, familias se asentaron en el lugar, provocando disputas agrarias con comunidades vecinas como Cuyuxtlahuac.
La violencia no es nueva. En 2007, Cuyuxtlahuac profanó la iglesia del pueblo y se llevó santos e incluso la campana. En 2017 intentaron demoler la escuela primaria, sin éxito. Desde 2018, el conflicto ha escalado y la comunidad permanece parcialmente aislada debido al bloqueo de la carretera que conecta con Tlapa, afectando el acceso a servicios médicos, educativos y comerciales.
Tlachinollan señala que las autoridades municipales, estatales y federales han sido omisas durante años. En lugar de actuar con responsabilidad, se han limitado a convocar mesas de diálogo sin capacidad resolutiva. Una nueva reunión está prevista para el 23 de julio, pero, advierte la organización, no participarán autoridades con capacidad de decisión.
“Nos preocupa que este problema no merezca la atención de las autoridades del más alto nivel. De continuar esta omisión, el conflicto puede escalar y derivar en una tragedia que lamentaremos después”, subraya el comunicado.
Tlachinollan exige la liberación inmediata de los detenidos, garantías de seguridad para Cruz Fandango y la intervención de las instancias gubernamentales competentes para atender el fondo del conflicto agrario, que por años ha quedado en el abandono.