Jesús Dorantes / Chilpancingo
Con pancartas en mano moradores de al menos 12 casas de estudiantes bloquearon este martes los accesos al Palacio de Gobierno y el bulevar René Juárez Cisneros en Chilpancingo, en rechazo a la decisión del secretario de la Juventud y la Niñez, Carlos Sánchez García, de reducir sus espacios habitacionales a solo dos inmuebles.
La protesta, protagonizada por jóvenes provenientes de diversas regiones del estado y estudiantes de distintas licenciaturas, denunció que la medida atenta contra su derecho a la educación y a condiciones dignas de vida. Según señalaron, el plan oficial contempla concentrarlos en dos edificios: uno en la colonia Galeana y otro en el centro de la ciudad.
“Nos quieren hacinar. No estamos en contra de vivir con lo mínimo, ya lo hacemos, pero esto no es viable. No hay espacio, no hay seguridad, no hay respeto”, reclamó una de las voceras, quien solicitó permanecer en el anonimato.
Los inconformes señalaron que en algunas de las casas actualmente viven hasta 16 personas, y que reducir a dos el número de espacios implicaría sobrepoblación, riesgo y una pérdida del sentido comunitario que han construido. “Las casas no son solo un techo. Son también nuestro lugar de organización, de cuidado, de resistencia”, subrayaron.
Cuestionaron que el argumento del secretario —quien ha planteado una supuesta “mayor seguridad” como justificación— oculta en realidad un intento de control político. “Lo que quieren es centralizar, vigilar y callar. Esto no es por seguridad, es por poder”, denunciaron.
Además de rechazar la reducción, los jóvenes visibilizaron otras carencias: indicaron que, aunque el gobierno cubre la renta, ellos mismos deben pagar servicios como agua, luz e internet. “Vivimos con lo mínimo y aún así nos quieren quitar lo poco que tenemos”, apuntaron.
Durante la movilización, exigieron que la gobernadora Evelyn Salgado o el senador Félix Salgado intervengan directamente. “Creemos en un gobierno que escucha, pero necesitamos hechos, no discursos”, advirtieron.
La postura de los estudiantes es clara: no aceptarán ninguna propuesta que implique fusionar, cerrar o desarticular sus casas. “No se trata de negociar menos. Se trata de defender lo que somos. Las 12 casas deben mantenerse”, concluyeron.