MIRADA INTERIOR

CRIMENES DE ALTO IMPACTO

Por: Isaías Alanís

Podría sonar catastrófico, pero a dos días de que el embajador de EEUU llega a México, se perpetra el doble crimen de los funcionarios cercanos de la Jefa de Gobierno de la Capital mexicana. Lo extraño es que coincide por unos días con el colapso del barco escuela Cuauhtémoc contra al puente de Brooklyn en Nueva York. Del primer evento, en medios y personajes se hizo mofa de los marinos mexicanos, sin saber la realidad del accidente, por ejemplo; quien conducía el barco fue un piloto norteamericano porque así lo determinan las leyes portuarias gringas. Además de que el remolcador no tuvo la fuerza necesaria para mover al barco y evitar la colisión en la que perdieron la vida dos marinos y nueve mas están heridos. De inmediato redes sociales, voceros del pasado y del presente no pararon sus críticas sin fundamento. En treinta días se sabrá la causa. Creemos que los EEUU nunca dirán o aceptarán la verdad.

Sin caer en la ficción de la realidad. ¿Y si el evento del velero escuela, la llegada del embajador Johnson, la masacre de jóvenes en Guanajuato, balaceras en Acapulco y puntos de Michoacán y el ajusticiamiento de dos servidores públicos cercanos a la jefa de gobierno, haya sido una operación planificada y ejecutada quirúrgicamente para la desestabilización del actual gobierno? Suena irreal, pero así como se las gasta la derecha de Washington en el poder, no les debería extrañar a las y los mexicanos que con Trump y sus aliados en México, estamos cercanos a otra invasión de los halcones de Washington y zopilotes locales.

El doble crimen ocurrió a las 7.30 de la mañana en la Calzada de Tlalpan y calle Napoleón, casi frente a la estación del metro Xola. Este asesinato con destinatario fue perpetrado en paralelo a la Mañanera; ahí estaba reunido el gabinete de seguridad. ¿Coincidencia o producto de un plan bien diseñado? Mientras se investiga, si es que detienen a culpables directos e indirectos, este crimen tiene la firma del remitente y el domicilio del destinatario.

¿Es el anuncio sangriento de que se empezarán a ultimar a funcionarios cercanos a la presidenta de la republica, secretarios, gobernadores y alcaldes? Y una prueba del músculo de quienes están detrás de este homicidio y desestabilizar al país. No se necesita ser un experto para imaginar otras cosas: el atentado se hizo a plena luz del día, en una avenida muy transitada, seguramente a Ximena Guzmán le intervinieron su teléfono –es muy fácil hacerlo- al igual que a José Muñoz. Ambos fueron seguidos durante días sin que el equipo de seguridad de la ciudad lo descubriera para alertarlos. Es patético que funcionarios de alto nivel, como la misma presidenta Claudia Sheinbaum, recorra estados, ciudades en camionetas sin blindaje, sin escoltas. En un país donde la muerte tiene permiso.

La presidenta debe contar con un equipo de seguridad de elite, autos y camionetas blindadas y un avión o dos de la fuerza aérea para sus viajes dentro y fuera del país.

¿Esta ejecución es un mensaje para mostrar capacidad de fuego, de estrategia, de poder? ¿Son los prolegómenos de una guerra frontal contra el estado?

¿Lo ocurrido en el poblado del 30 en Acapulco, también es otro mensaje estremecedor? El pueblo fue balaceado durante horas, se desconoce el número de muertos que debe de ocho a diez personas asesinadas y que también afecto a transeúntes y personas que se encontraban en tiendas y taquerías. La balaceara fue brutal, cayera quien cayera. Guerrero desde hace décadas ha sufrido de pobreza extrema y nicho icónico de narcotraficantes de México y del extranjero, en menor escala que Sinaloa. ¿Qué provocó la balacera en el poblado del Treinta, que intereses en el trasiego de droga se tocaron?

Los recientes acontecimientos nos deben de conducir a comprender que: existe un estallido de la violencia imparable. Las fuerzas del orden se enfrentan a un mini ejercito bien pertrechado en armamento, por temor o paga, mantienen una base de informantes en pueblos, calles, manzanas de ciudades grandes, pequeñas, en algunos casos con la complicidad de alcaldes y algunas las fuerzas del orden.

Después de que le clavaron una saeta al corazón de México-Tenochtitlan, ¿que viene en materia de seguridad? Se encontrará a los culpables del asesinato de Ximena y José, o como siempre, se diluirá -una vez pase la tormenta mediática- y engrosará la lista de los millares de carpetas de investigación sobre asesinatos sin resolver existentes en México.

No es por tratarse de jóvenes cercanos a Clara Brugada, la ley tiene que ser pareja para todas y todos. Y con mayor razón, deben de encontrar a los culpables que planearon y ejecutaron en tiempo y forma este artero doble homicidio. El aparato de inteligencia del gobierno federal, cuenta con las herramientas para analizar los teléfonos y hacer una minuciosa búsqueda de sus llamadas y de las condiciones de sus respectivos aparatos móviles y determinar si fueron jaqueados.

Si el móvil del crimen es una venganza por la campaña anti drogas en la CdMex, que el gobierno de la ciudad, desmantele clanes y carteles que operan en la metrópoli y saber si la orden salió del centro de la ciudad o de una fuerza externa. ¿Acaso el gobierno trumpiano a través del embajador boina verde ya está aceitando el injerencismo en México con el pretexto del fentanilo e invadirlo en el nombre de dios con el acompañamiento de políticos, empresarios y la iglesia local?

Hay que recordar que el cuartelazo de Victoriano Huerta, fue con la anuencia y participación directa con armas y dinero de los EEUU, a través del embajador Henry Lane Wilson durante la Decena Trágica, asociado con militares y hacendados porfiristas como Ignacio Mier; esa camarilla perpetró la ejecución de Madero y Pino Suárez, resquebrajando la naciente democracia mexicana. La esposa de Madero, Sara Pérez de Madero, le pidió a Henry Lane Wilson que les otorgara el indulto y salir desterrados a Cuba, algo que no ocurrió. ¿Qué viene?

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