Ramón Loya Romero.
Cuando ya sentíamos que había pasado lo peor, qué ya estábamos por entrar a la etapa de la limpieza, de los primeros apoyos para regresar a la normalidad…, vienen más lluvias, durante toda la noche y hoy, durante casi todo el día nos azota con todo el rigor de las tormentas torrenciales a un pueblo que aún no ha terminado de limpiar ni de secarse de tanta humedad. Como siempre, los más vulnerables, están padeciendo lo más peor de este viacrucis que nos impone Tlaloc.
El gobierno federal se está sintiendo y viendo rebasado ante esta contingencia del desastre de por lo menos dos estados por el ciclón John. Y aun cuando no se puede cuantificar los daños de la catástrofe, ya están en varias zonas del país pegando otras calamidades que ponen en alerta máxima al gobierno y a la ciudadanía mexicana.
Es un secreto a voces qué, el gobierno federal no cuenta con los recursos financieros para hacerle frente a tan grave conflicto. Pues el problema de la devastación no será «peccata minuta».
A la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de la República, no le han dejado una «perita en dulce», para nada. Más allá de la gravedad de las complicaciones diplomáticas, la inseguridad, el desquebrajamiento de las instituciones, del poder Judicial y del desmantelamiento democrático (de los partidos políticos) que le daban fuerza y equilibrio a nuestro sistema de gobierno en las últimas décadas. Hoy por hoy, en el muladar de la basura. Es pues sin duda, «una papa caliente», por decir lo menos, lo que le han entregado a la Pdta. Sheinbaum.
No son pocos los que creen y esperan de ella más de lo mismo. Pero, también somos muchos los que esperamos mucho más de eso. El mejor referente nos lo ha otorgado la historia en uno de sus mejores capítulos y con uno de los más grandes personajes qué le dieron un «parte aguas» a nuestro país: el Gral. Lázaro Cárdenas Del Río.
Quién no sepa de historia y no quiera entender de una realidad muy mexicana, está muy alejado de saber y de reconocer el verdadero estado de las cosas, de lo que más le conviene y necesita nuestro país.
Se requiere de una cirugía mayor. De la toma de decisiones inteligentes para desmantelar lo inservible, lo inviable e indeseable.
Aprobar y apoyar con todo lo que más sirva para detonar el desarrollo sustentable y la economía con políticas públicas que se ajusten a las reglas de la Agenda 20/30.