MIRADA INTERIOR
(Segunda parte y última)
Por Isaías Alanís
No me sorprendente para nada lo que ocurre en Chile.
Estas son las consecuencias que eran perfectamente previsibles
tras el asalto neoliberal a la población en los últimos 40 años,
verificadas constantemente en todo el mundo.
Noam Chomsky
En 1871 los generales Miguel Negrete, Aureliano Rivera y Jesús Toledo, intentaron derrocar al presidente Benito Juárez con una acción perpetrada en la Ciudad de México, que no prosperó. Y a partir de ahí se gesta una serie de luchas por el poder, cuyo ejemplo más genuino fue el golpe de estado y la muerte de Madero y Pino Suárez por Victoriano Huerta y el embajador norteamericano Henry Lane Wilson.
Los golpes a la nación a partir de Miguel Alemán y Carlos Salinas fueron entregando los bienes de la nación al capital extranjero, desmantelando PEMEX, CFE, el Agro, minas, agua y todo lo que se moviera para que la privatización dejara en la miseria al pueblo y en la opulencia a unos cuantos.
La nación gravita entre dos momentos históricos, entregaron los bienes de la nación a extranjeros y connacionales metidos en el saqueo que incluye a presidentes de la república, gobernadores, magistrados, jueces y con mesura darle la vuelta a un triste episodio y devolverles a los mexicanos un desarrollo horizontal para todos, un gran reto para la presidenta por los años de abandono. Este proceso es inseparable de la reactivación de una arquitectura coincidente con la restauración del famoso “tejido social”. La diada, (Según la RAE significa: “pareja de dos seres o cosas estrecha y especialmente vinculados entre si”). De pobreza y violencia para ser más exacto, una es vinculante de la otra. No se ha abordado con equilibrio y fortaleza. Los programas sociales no llegan a la población objetivo. Algunos son truncados por ambiciones de la libre empresa, o los recursos se pierden en el camino de la burocracia de los tres niveles de gobierno. Y son escamoteados por político-empresario que los desvían a nichos económicos privados con la complicidad de jueces, magistrados y autoridades federales y estatales, ejemplos hay miles.
El triunfo de Morena es el principio para la reactivación de una forma de hacer política desde abajo y desde arriba, recuperar, robustecer y actualizar el cambio económico con otra visión que cuadre con la economía local y global. Un proyecto nacional que inserte a todas y todos y bajo las reglas de una “democracia no bancaria”: con la participación de mexicanas y mexicanos, codo con codo.
Obviamente los detentadores del poder, no estarán de acuerdo, se requiere una estrategia que rompa dogmas, racismo, desconocimiento del otro, abuso desde el poder y para el poder hegemónico de una minoría, un proyecto de nación que cuente con senderos para todos y que la ruta sea el engrandecimiento de la republica, alto a pobreza, violencia, marginación y un equilibrio en los poderes bajo la pauta de la Constitución. Que magistrados, jueces dejen de convertir a la ley en un negocio y venta de garaje donde se cuecen los grandes problemas nacionales bajo la tutela de impunidad, corrupción y protección a los que pagan, y pagan bien. No más lawfare, amparos a delincuentes de cuello blanco y metralleta, auto protección a magistrados y evasores fiscales a minerías contaminantes y asesinas, (pasta de Conchos). Que funcionarios y sus familias dejen de lucrar con las arcas nacionales, que los causantes mayores y menores, paguen sus impuestos, y la repartición de la riqueza sea homogénea y pareja sin oportunidades para los que mas tienen y trabas para los que menos tienen.
Y en ese proyecto nazca un replanteamiento de las fuerzas políticas unidas hacia un futuro de prosperidad y equilibrio económico para evitar un retroceso que sería catastrófico y antehistórico para el país, como el de la salud que paulatinamente pasó del estado a manos privadas con el respectivo impacto en los servicios, deficientes, caros para el estado y deplorables para los mexicanos
Un ejemplo del deterioro de la política mexicana, el PRI, que gobernó con libertad, sin el acoso de los medios durante 70 años en las elecciones pasadas obtuvo 5 millones 411 mil votos y Movimiento Ciudadano obtuvo 5 millones 832 mil 105 sufragios. El PAN alcanzó 9 millones 664 mil y el incremento del Verde Ecologista y el requiem para el PRD.
Los resultados de la pasada elección implican un cambio profundo en el sistema político que pondrá a prueba la consolidación democrática de nuestro país en los próximos seis años. La reforma al poder judicial es inminente sin encuestas. Se requiere consolidar una nueva ética del Poder Judicial en su conjunto, porque no es posible que quien encabeza la Suprema Corte de Justicia de la Nación sea juez y parte dentro del Consejo de la Judicatura, que se supone sanciona a magistrados, jueces que incurran en violacionas flagrantes en el ejercicio de su trabajo favoreciendo a empresarios, delincuentes y gente que pueda comprar el uso para su beneficio y abuso de las leyes y que toda clase de amparos ominosos para un estado de derecho pasen a menor vida.
En el macro juego del mundo globalizado los países dueños de la riqueza voltean sus ojos hacia la ultra derecha racista, criminal (como en Gaza) y han formado un bloque que patalea con el fin de impedir que naciones busquen su camino dentro de una democracia respetuosa de la propiedad privada, bajo la ley de un estado sólido y no bajo la égida podrida de un estado títere manipulado por la minoría dueña del capital. En la pasada elección es sintomático que en las 16 demarcaciones de la CdMex de alta plusvalía, zonas vip, las ganó Acción Nacional, no es nada extraño. ¿Esa minoría podrá contra la gran mayoria?
El mandato que el pueblo le otorgó a Claudia Sheinbaum es para cofundar una nación, no para caer en los mismos errores. Y los dueños del capital extranjero y nacional deben de adapatarse a las reglas de una democracia que emerge de las entrañas de 80 años de control político instaurados por un partido de estado, monolítico y posteriormente con una alienza tripartita pripanprd, ajena al pueblo y vinculante con los poderes fácticos a los que servía con monetaria alegría, y que ha minado incontables sectores; salud, PEMEX, CFE, aguas, minas, etc., y despedazó a la nación enregando bienes nacionales, lucrando con programas, inventando paraisos fiscales interiores, factureras, fideicomisos turbios y privatizando sectores esenciales como la salud, y los más grave con un poder judicial al servicio del mejor postor y un legislativo -en ese caso- afín a políticas privatizadors, ejemplo, la reforma eléctrica de EPN.