“Pacten la paz”, piden madres buscadoras a los grupos delictivos que operan en Guerrero

— También tienen madre, hermanas, esposa o hijas, dice Cecilia Flores al colgar manta en el centro de Chilpancingo
— Habla de la urgencia de acordar una tregua

Rogelio Agustín

“Pacten la paz”, pide una manta que la señora Cecilia Flores Armenta, representante de las madres buscadoras de Sonora colgó en el kiosko de la plaza central de Chilpancingo, en un mensaje dirigido a los grupos criminales que operan en esta parte del país.

En la colocación de la manta intervinieron más personas, entre ellas Adrián LeBarón y Carlos Azeem, con quienes la activista presentó el libro “Madre Buscadora, crónica de la desesperación”, en el contexto de la 45 edición de la Feria del Libro de Chilpancingo, en esta edición con el nombre del escritor José Agustín.

El kiosco se ubica justo frente a la catedral de la Asunción de María, en el corazón de la capital de Guerrero, en donde la señora Cecilia decidió dejar el mensaje, con la esperanza de que haya una respuesta de parte de los grupos que generan violencia en esta entidad federativa.

Recordó que en el caso de Sonora, una de estas mantas permitió que de manera anónima, supuestos integrantes del crimen les proporcionaran la ubicación de una fosa clandestina con más de 50 cuerpos de personas desaparecidas.

El mensaje señala: “Los grupos criminales ocupan mantas para mandar mensajes, yo las ocupaba para cubrir del frío, pido tregua entre cárteles, no necesitamos más muertos. Todos merecemos ver crecer a nuestros hijos y celebrar sus cumpleaños con pasteles y no buscándolos entre la tierra”.

Cierra con un llamado concreto: “Pacten la paz”, con la firma de las madres buscadoras de Sonora.
La señora Cecilia, manifestó que la manta colocada este miércoles en el centro de Chilpancingo está escrita con mucho dolor, porque su contenido tiene un objetivo muy claro.

“Te duele tener que escribirles a las personas que son los causantes de todo lo que vivimos, pero no nos queda de otra, porque si ellos son los causantes, son quienes escondieron la verdad que tanto buscamos, pues son los que nos pueden decir donde escondieron esa verdad”, anotó.

Agregó: “Esta manta es por amor a mis hijos, por esas madres que ya perdieron la vida o que están desaparecidas por estar en la lucha”.

Indicó que los integrantes del crimen organizado tienen mamá, hermanas, esposa e hijas, por lo que deben cuestionarse qué es lo que harían si un ser querido no estuviera localizable.

Incluso, destacó que si los propios delincuentes son desaparecidos, al final quienes terminarán por buscarlos serán sus madres, esposas o hermanas, de ahí la necesidad de que tengan un espacio para pensar en pactar la paz.

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