— Hay dispositivos de seguridad para inhibir la comisión de delitos en contra de los choferes y sus unidades
Rogelio Agustín
La mañana del miércoles, las unidades del transporte público reanudaron en servicio en todas las rutas que comunican a más de 500 colonias que integran la capital de Guerrero, tras 48 horas de ausencia derivada de un ataque armado que dejó el saldo de tres muertos y de la colocación de mantas con mensajes de un grupo criminal.
La noche del lunes, en la sede oficial del Poder Ejecutivo local, el secretario general de Gobierno, Ludwid Marcial Reynoso Núñez; el secretario de Seguridad Pública, Evelio Méndez Gómez y el director de Gobernación, Francisco Rodríguez Cisneros encabezaron una reunión con los líderes de las organizaciones de transportistas de la ciudad.
Acordaron que tras la puesta en marcha de dispositivos de seguridad, en el que además de las corporaciones estatales intervendría personal del Ejército Mexicano, la Marina y Guardia Nacional (GN), el cien por ciento de las rutas retomarían sus actividades con normalidad.
Los dirigentes del transporte explicaron que hay temor entre los trabajadores del volante, porque desde la jornada del sábado 8 de julio, cuando se registró la quema de taxis y urvans en las inmediaciones de Petaquillas y el vecino municipio de Tixtla, la percepción que tenían es de que ya no era seguro realizar su trabajo.
Dicho miedo se incrementó tras el ataque del lunes 7 de agosto, cuando hombres armados irrumpieron en la base de la ruta de la colonia Los Ángeles, en el antiguo libramiento a Tixtla y ejecutaron a tres choferes.
Ese lunes el servicio quedó paralizado parcialmente, pero en la noche, desconocidos colgaron por lo menos tres lonas en las que se advertía un recrudecimiento de la violencia.
Para el martes solo un 10 porciento de las más de 3 mil unidades que circulan diariamente en la ciudad ofrecieron el servicio, lo que propició un fuerte problema para la movilidad interna de los habitantes.
Mientras muchos ciudadanos debieron caminar para llegar de su colonia hacia los centros de trabajo, algunos tomaron la opción de los taxis que se mantuvieron en servicio, pero algunos incrementaron de manera estratosférica sus tarifas.
De los 50 pasaron a los 60 pesos y de ahí se elevó hasta 80, por el tema de la ausencia de urvans.
Para las colonias más alejadas se denunciaron cobros de hasta 150 pesos y en algunos casos, los taxistas organizaron viajes colectivos hacia ciertas colonias, con cinco pasajeros pagando 40 pesos cada uno, lo que representó hasta 200 pesos por una sola dejada.
Se reanuda el servicio
Tras la reunión del martes por la noche, la Secretaría General de Gobierno informó del compromiso de restablecer el servicio.
Para la mañana del miércoles, Ludwid Marcial Reynoso Núñez confirmó la reactivación del total de las rutas, con el compromiso gubernamental de que se pondrían en marcha los dispositivos de seguridad.
Indicó que las autoridades tienen el compromiso de garantizar que los trabajadores del volante realicen un trabajo con tranquilidad, incluso también los operadores de las rutas foráneas, que desde hace varios días permanecen haciendo base en la entrada sur de la capital.
Recordó que hay tarifas establecidas para el servicio urbano y también para la modalidad de taxis, por lo que nadie tiene autorizado cobrar de más, aunque reconoció que hubo quienes aprovecharon la eventualidad generada por la inseguridad, lo que no debe ocurrir más.
Negó que los transportistas hayan sido abandonados por la administración estatal, de ahí que la jornada del martes se haya conseguido establecer las mesas de trabajo que permitieron la reactivación del servicio.