— La fiesta de la menor Gabriela Villanueva se convirtió en una vávula de escape para los habitantes de la capital de Guerrero, tras la violencia que paralizó la ciudad
Jesús Dorantes
Chilpancingo, Gro.- La fiesta de XV años de Gabriela Villanueva Álvarez se representó un respiro para los habitantes de la capital de Guerrero, que tras la violencia del sábado 8 de julio, se volcó en muestras de apoyo para hacer realidad la celebración que se vio afectada por la psicosis generada por los ataques del crimen organizado.
Tras la angustia generada por la poca presencia de invitados, la verdadera celebración se realizó 24 horas después, pero ahora con el acompañamiento y manifestaciones de apoyo de los habitantes de la ciudad.
La madre de la joven originaria de Chilpancingo, Liz Yanetzi Álvarez López, relató que la tarde del sábado fue un día complicado, al ver solo 40 de 300 invitados pudieron llegar al salón de fiestas campestre, ubicado en la parte sur de Chilpancingo.
Los invitados en su mayoría provenían de ciudades diferentes a Chilpancingo, incluso fuera de la entidad, por lo que no estaban enterados de la violencia desatada por grupos del crimen organizado.
Los amigos de Gaby que sí viven en Chilpancingo fueron cancelado sus asistencia conforme se generaba la información sobre los hechos, que dejaron un saldo de tres muertos, cuatro heridos y por lo menos cinco vehiculos calcinados.
Los padres de familia decidieron resguardarse, no salir de sus hogares y los permisos para sus hijos fueron cancelados, cuando se confirmaba la paralización del transporte público en todas sus modalidades, lo mismo que en la mayoría de los negocios.
La primera expresión de empatía
Los mensajes cancelando la presencia en el festejo provocaron tristeza en la joven, que lloró profundamente al ver que su fiesta no sería como lo planeo durante varios meses.
Más aún, con el paso de las horas de la noche del 8 de julio, el esfuerzo de su mamá, la señora Liz Yuanetzi se perdía.
Liz Yanetzi es madre soltera, por lo que tuvo que costear ella sola todos los gastos generados por el festejo, que poco a poco se perdía, a partir del pánico que crecía en la población.
Pese a ello, la celebración del sábado por la noche se llevó a cabo, en atención a las personas que si pudieron llegar.
Al percatarse de la situación la administradora del salón Club Campestre, Abril Cruz Tenorio, ofreció a la familias de Gaby que el domingo se realizará de nuevo el evento, sin qie le representara ningún costo extra.
El ofrecimiento de la empresaria, se debió a que era demasiada comida y bebida la que no se había consumido, incluso el pastel se mantenía intacto.
Cuando se conoció la historia de la fiesta saboteada por la violencia, el relato de los XV años se viralizó rapidamente en las redes sociales de la capital de Guerrero.
Hubo manifestaciones de apoyo por parte de la poblaciòn, bajo el argumento de que la joven no tenía ninguna responsabilidad de lo que sucedía en Chilpancingo.
Cuando se colocó la invitación, muchas personas respondieron a la convocatoria.
Los buenos somos más
Pasado el mediodía del domingo, grupos de danza, músicos locales, maquillistas y otros comercios ofrecieron brindar sus servicios de forma gratuita, con la intención de que la joven Gabriela tuviera la fiesta que había planeado.
Al filo de las 14:00 horas, con cientos de asistentes y decenas de regalos, Gabriela entró al salón con su vestido de XV años, acompañada de su mamá y su hermano Hanibal Villanueva Álvarez.
Fue recibía en medio de la ovación de los asistentes, incluso ofreció entrevistas en las que aditió que no esperaba convertirse en la quinceañera más famosa de Chilpancingo en lo que va del año.
Incluso, dijo que ya se habìa resignado a no tener la fiesta que había soñado.
En realidad fue más de lo que esperaba, porque prácticamente su festejo fue acompañado por gran parte de los habitantes de la ciudad, que si bien no acudieron de forma masiva al evento, lo siguieron a través de las redes sociales.
Liz Yanetzi Álvarez, mamá de Gaby, aseguró que con ese tipo de gestos, se puede confirmar que siempre “son más los buenos que los malos”.
Agradeció que la gente, tras vivir un episodio de terror en la capital, dieron tantas muestra de afecto a su hija.