Diagnóstico de la iglesia sobre Guerrero, advertirá al Papa sobre riesgo de estallido social

— El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González cuestiona la pobreza observada desde que llegó al estado
— El encuentro en el Vaticano se desarrollará en junio

Rogelio Agustín

En la reunión que sostendrán con el Papa Francisco, los obispos de Guerrero presentarán un diagnóstico en el que señalan, que derivado de los problemas de pobreza, inseguridad y los desplazamientos en los pueblos, Guerrero está a punto de vivir un estallido social.

La tarde del jueves 18 de mayo, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández habló sobre el diagnóstico que habrá de presentar, en la reunión que los jerarcas de la iglesia, pertenecientes al sur del país habrán de presentar al Papa Francisco, en una reunión que se encuentra programada para mediados del mes de junio.

“El diagnóstico de Guerrero es el que tenemos en general los cuatro obispos, yo les puedo decir que hay una pobreza que da lástima. Da lástima ser guerrerense, yo estoy apenas entrando a ser guerrerense y da pena. Da pena por los caminos ¡Por los caminos del sur! Santa María”.

Explicó: “Yo ya conozco los caminos de Guerrero, está áspero, son colonas, bajada y subida, pero no se ha invertido nadita, estamos como 50 años atrás”.

Dijo que no existe inversión en sistema de riego para mantener a la gente “entretenida” sembrando, no hay trabajo en captaciones de agua para mantener huertos y animales que garanticen la alimentación de las familias en las zonas rurales.

Cuestionó la viabilidad de los programas sociales que impulsa el Gobierno de la República: “Son unas dádivas que en vez de ayudar los hacen más flojitos para algunos, entonces eso no es digno”.

Sostuvo que hay un proceso de deterioro en el sector educación y cultural, ya que los niveles de pobreza en los hechos no se abaten.

“En los pueblitos por los que yo paso no se ve el progreso, más bien, amenazan con ser pueblos fantasmas”, aseguró.

Reconoció que Guerrero tiene muchos elementos para salir adelante, sin embargo, sus potencialidades no detonan.

Riesgo de estallido

A pregunta expresa, el representante de la iglesia católica advirtió que existe el riesgo de que la población llegue a un nivel de hartazgo que no sea sostenible.

“Yo no conozco mucho a los guerrerenses, pero ustedes sabrán mejor si se hartan y estallan, yo los veo todavía pacíficos y buenos, pero como que están esperando una coyuntura, como que venga una luz, una fuerza que los motive y ese puede ser un inicio para nosotros”.

Como ejemplo de la desesperación social, puso el caso de un soldado, que todos los días canta el himno nacional y en sus estrofas llama a defender la soberanía.

“Cómo va a cantar un soldado el himno nacional y está viendo su gente morir, por falta de medicinas, de educación y de casas dignas, un soldado ya no es soldado cuando ve eso y no pasa nada”, insistió.

Advirtió: “Sí, se puede estallar ciertamente, si no nos ponemos todos de acuerdo”.

Dialogo con la gobernadora, hasta fin de mes

El obispo González Hernández señala que sí hay voluntad y condiciones para dialogar con la gobernador Evelyn Salgado Pineda, a quien ya le ha planteado su percepción sobre el territorio que ha recorrido.

Sin embargo, señaló que son los obispos los que tienen sus agendas llenas, por lo que están considerando reunirse a finales del mes.

“Ahora pareciera que somos nosotros los que no queremos, primero que queríamos dialogar, pero ahora hasta que tengamos agenda libre, la verdad es una pena”, admitió.

Sin embargo, dijo que antes de que se registrara la crisis de los bloqueos carreteros en Tierra Caliente, los obispos sostuvieron una charla con la titular del Ejecutivo local, el planteamiento fue que se buscara y los castigara a los delincuentes, para que no haya más impunidad.

A pregunta expresa, dijo que los representantes de la iglesia tuvieron participación en la liberación de las carreteras en Tierra Caliente, aunque el tema lo manejaron de bajo nivel.

Preocupan los desplazamientos en las comunidades

Respecto al tema de la inseguridad, el obispo manifestó que tanto en la Sierra como en la Tierra Caliente se tienen muchos datos relacionados con el desplazamiento de muchas familias que abandonan sus pueblos, principalmente por la violencia.

“Se nos están yendo las familias, están saliendo de sus pueblos, la situación está difícil porque no hay seguridad y no hay esperanza de que puedan trabajar”, aseguró.

Recordó que hace poco pretendían fundar una nueva parroquia en Yextla, municipio de Leonardo Bravo, pero resulta que ya no hay familias en el pueblo.

Recordó que en Tlacotepec, recientemente se recibieron familias de la comunidad de Caracol, que salieron de su pueblo a consecuencia de dos ataques con drones habilitados para lanzar explosivos.

“Nos toca recibir a personas, generarles espacios de tranquilidad y procurarles algunos alimentos, pero no alcanza para mas, porque se trata de gente que dejaron sus casas, sus bienes, en algunos casos sus hijos no aparecen y están desesperados”, indicó.

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