— Su bebé de un año con ocho meses fue sepultado la mañana del viernes, la esposa permanece grave
— El único sobreviviente ya fue dado de alta, es un menor de seis años
— Los abuelos no tienen dinero para pagar los funerales
Rogelio Agustín
El joven recolector de basura, Santiago Carrera murió la madrugada de este viernes, este mismo día fue sepultado su bebé de un año con ocho meses, mientras su esposa Sandra Rodríguez permanece intubada, solamente su hijo mayor, de seis años ha sido dado de alta, quedando bajo la custodia de sus abuelos.
La tarde del miércoles 19 de octubre, Santiago, de 24 años su esposa y sus dos hijos circulaban a bordo de una camioneta estaquitas en las inmediaciones de la colonia Las Torres.
Trataban de llegar a su domicilio particular ubicado en la colonia Atlitenco de Altamira, cuando un vehículo compacto les cerró el paso y desde su interior, hombres armados dispararon en su contra, acribillando a la familia completa.
La camioneta estaquitas en la que se trasladaban, era la misma que Santiago utilizaba para ganarse la vida como recolector de basura.
De acuerdo con la información que se tiene hasta el momento, en el interior de unidad murió el bebé de un año con ocho meses, Santiago no pudo protegerlo porque los impactos que recibió le inmovilizaron las piernas y le destrozaron los intestinos, cuando pudo moverse fue para caer al pie de la unidad.
La joven Sandra, esposa de Santiago permanece inconsciente, desde el momento del ataque no ha reaccionado y los médicos luchan por mantenerla viva.
El hijo mayor es el único sobreviviente, se encuentra al cuidado de sus abuelos, que se anota, son de muy escasos recursos.
El cuerpo del bebé fue entregado a la familia hasta la tarde del jueves, por esa razón es que se le sepultó hasta la mañana del viernes, ya que por falta de recursos, los abuelos debieron conseguir dinero prestado para costear los gastos del funeral.
Alrededor de las 04:00 horas del viernes, Santiago murió a consecuencia de sus heridas mientras que Sandra permanece grave.
La familia de Santiago trata de manejarse en un perfil muy bajo por el temor a que haya nuevos ataques, sin embargo, lo que sí plantean los deudos, es la necesidad de que se les apoye, pues carecen de dinero para conseguir otro terreno y subsanar todo lo que representa el funeral.
Lo anterior, sumado a la escasez de dinero que se enfrenta para costear la hospitalización de la señora Sandra.
El apoyo de las autoridades es requerido, aunque existe mucho miedo para visibilizar la ubicación de la familia.