“Lo mataron, no se murió”, dice la familia en el sepelio de Ezequiel Mora, padre de uno de los 43

— No estaba enfermo y no fue un infarto, fue una broncoaspiración
— Solo acompañan familiares y amigos, no llega el colectivo “Nos Faltan 43” ni Ayotzinapa

Dassaev Téllez

“Lo mataron, no se murió”, gritaron integrantes de la familia de don Ezequiel Mora Chora, padre de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014, durante el sepelio realizado en la comunidad de El Pericón, municipio de Tecoanapa.

En el pantón de la localidad, familiares y vecinos dieron rienda suelta al llanto provocado por la muerte repentina de don Ezequiel, a quien los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa se referían como “tio cheque”.

Además de las dudas generadas por las condiciones “extrañas” del deceso, se sumó el malestar por la ausencia en el sepelio de los integrantes del colectivo “Nos Faltan 43”, los estudiantes de la Normal Rural y de las organizaciones que respaldan al movimiento.

“Sus razones tendrán”, decían con amargura los familiares congregados en El Pericón, donde los vecinos si salieron a despedir a don Ezequiel.

La certeza ante la extraña versión

En el panteón, antes de ser sepultado, un grupo de mujeres, en medio del llanto y con la voz desgarrada, dijeron que a él (Don Cheque) “lo mataron, no se murió”.

Y sustentaban su versión ante la tumba: “Tú no estabas enfermo, a ti te dieron algo, te mataron”.

Otra persona presente dijo “murió en condiciones extrañas”.

Aunque no señalan si la fuente de su información es el parte del Servicio Médico Forense (Semefo), sostienen que la causa de la muerte no fue un infarto, si no una broncoaspiración, por lo que insisten en que el deceso se generó en condiciones extrañas.

El duelo

Fue hasta casi las 3 de la tarde cuando Don Cheque, fue depositado en su última morada y despedido al son de una banda de chile frito.
El sepelio se realizó en un entorno rodeado de flores y solo dos coronas; una llevada por la Dirección de la Escuela Normal Rural ‘Raúl Isidro Burgos’, que llegó el día lunes.

La otra es la enviada por el empresario Pedro Segura Valladares, a quien se señala de haber llevado a don Ezequiel al hotel Vida en el Lago.

Fue evidente ¡la ausencia de los integrantes del colectivo de Padres y Madres de los 43 y los estudiantes de la Normal Rural.

El señor Ezequiel Mora, padre del normalista desaparecido en Iguala Alexander Mora Venancio, fue velado y sepultado en la localidad de El Pericón, municipio de Tecoanapa, despedido solo por sus familiares, amigos y habitantes de este lugar.

Junto al l féretro del Tío Cheque, o Don Cheque, como era conocido entre los normalistas, se pudo observar una foto de su hijo Alexander, quien desapareciera con 42 de sus compañeros la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014.

Alexander fue el primero de tres estudiantes que han sido identificados a través de muestras óseas, en diciembre del año 2014.

El día lunesse contó con la presencia de un grupo de estudiantes de Ayotzinapa, que acompañaron al director de la institución a dar el pésame a los familiares, también dejaron la corona de flores.

Para el martes, dos personas a nombre de Pedro Segura acudieron a dejar una corona de flores y sus condolencias, se retiraron casi enseguida.

Los familiares de Don Cheque puntualizaron que las marchas y movilizaciones de estos casi 8 años de lucha por la presentación de su hijo y sus compañeros lo fueron desgastando, siendo su última participación en la marcha del pasado 26 y 27 de agosto.

Cabe señalar que, él fue parte del grupo que asistió el día 28 a la ciudad de Iguala para participar en una marcha a favor de los Abarca, a la cual ya no llegó.

Estamos destrozados

Su primo, Isaí Bautista dijo lo siguiente: “honestamente como familia y cómo seres humanos pues nos sentimos destrozados, por qué para nosotros primero como familia pues nos sentimos como una pérdida tan Grande, a pesar de todo como padre de familia también pues la lucha siempre la hizo con ese amor de padre hacia el hijo que él perdió”.

“Como seres humanos pa’ nosotros sí, pa’ nosotros si ya no tenía que ir, ya no tenía que ir a hacer esos viajes como seres humanos, pero como amor de padre si lo comprendí y lo entiendo el falleció en esa lucha”, declaró.

Otro familiar añadió que “la escuela” desde hace tiempo no apoyaba con los gastos de traslados o de comidas de Don Cheque y de otros padres, quienes seguían viajando hasta la Ciudad de México para marchar y hacer diversas movilizaciones del colectivo con recursos propios.

Cerca del mediodía, entre aplausos, Don Cheque fue despedido al interior de la comisaría municipal, donde las autoridades en turno le aplaudieron no sólo la lucha que realizó durante los últimos años por la presentación de su hijo, también por la lucha que hizo a favor del pueblo, de donde fue Comisario y formó parte del comité de la feria y del agua Potable, de este último en cuatro ocasiones.

Su nombre no se va a perder

En la comisaría, el asesor Onésimo García Ramírez dijo con voz cortada: “la perdida de Ezequiel es tan fuerte que no fácil uno tiene el consuelo, no fácil se va a perder el nombre de Ezequiel en El Pericón, porque lo vamos a seguir recordando…Ezequiel te doy las gracias mi hermano por todo lo que hiciste por tu pueblo, por todas las reuniones que participaste, ahora queda de luto una silla, la silla quedó vacía (señalando a una silla de plástico que colocaron junto al ataúd y que era donde se sentaba)”.

Entre aplausos, tras un pase de lista por todos los presentes, el féretro fue despedido por los miembros de la comisaría, quienes, por usos y costumbres, le colocaron una bandera de México y abrazaron en dos tiempos el ataúd formando una cruz, esto a manera, le otorgaron un último abrazo de despedida y la bendición para su buen descanso.

Ya en el panteón, antes de ser sepultado, un grupo de mujeres con lágrimas y la voz desgarrada por la pérdida de su familiar, indicaron que a él (Don Cheque) “lo mataron, no se murió”.

“Tú no estabas enfermo, a ti te dieron algo, te mataron”, intentaron sustentar su aseveración.

Otra persona presente dijo que Don Cheque, sin lugar a dudas “murió en condiciones extrañas”.

Fue hasta casi las 3 de la tarde cuando Don Cheque, fue depositado en su última morada y despedido al son de una banda de chile frito.

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