— El estudiante de prepa, Carlos Daniel Romero no aparece desde el 21 de julio
Rogelio Agustín
“No están haciendo nada”, dijo la señora Esbeydi Moreno Espinosa, al referirse a las instituciones encargadas de implementar acciones encaminadas a la localización de Carlos Daniel Romero Moreno, su hijo de 18 años, quien se encuentra desaparecido desde el jueves 21 de julio.
Moreno Espinosa, señala que la mañana del jueves 21 de julio, ella salió de su casa, alrededor de las 07:00 horas para acudir a su centro de trabajo y dejó a sus tres hijos dormidos.
Carlos Daniel es el mayor, apenas el 7 de junio cumplió los 18, es estudiante de la preparatoria número 1 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), en la que está por iniciar el quinto semestre.
Por ser el mayor, en sus días libres, Carlos se encarga de cuidar a sus hermanitos, aunque también suele trabajar como chalán de albañil, en tiendas de abarrotes y toda actividad lícita que le permita obtener ingresos para apoyar a su mamá.
La señora Esbeydi asegura que Carlos no tiene vicios, no suele irse de pinta con amigos y es muy apegado a su casa, por lo que nunca se ausenta sin eportarse.
El jueves de la semana pasada, Carlos salió de su domicilio, en la colonia Atlitenco de Altamira alrededor de las 08:00 horas, para trabajar en una obra que se construye en el mismo asentamiento humano.
No llegó a su trabajo, algunas personas aseguran que más tarde lo verían en el centro de la ciudad, estaba solo después se perdió el contacto con él.
Durante el jueves marcó recurrentemente su número telefónico, timbraba pero no contestaba, también se percató de que estaba conectado en el Messenger de Facebook y en el WahtsApp, se le escribió pero no hubo mensajes de respuesta.
Para el viernes el teléfono ya no dio tono y las redes sociales de Carlos ya no tuvieron actividad.
Entonces decidió acudir a la Fiscalía General del Estado (FGE) para levantar el acta, el domingo le pidieron una muestra de ADN para comenzar el proceso de búsqueda y le dijeron que se retirara, que posteriormente le hablarían para sostener una entrevista con el área encargada de atender el tema de las desapariciones.
Espero todo el lunes, al no haber comunicación acudió el martes para verificar se había algún avance, pero le señalaron que los trabajos comenzarían a partir de que sostuviera la entrevista correspondiente.
Molesta, reprochó que a cuatro días de la desaparición, no se hubiera hecho nada, aprovechando que le estaba otorgando a las autoridades el beneficio de la duda.
“Yo estoy confiando en las autoridades, presenté la denuncia sobre el hecho pero no están haciendo nada, no se vale que tenga que recurrir a marchas o bloqueos para que se me tome en cuenta”, apuntó.
La madre de familia dijo que ha difundido el caso en todas las redes sociales que le ha sido posible, ha pegado cartelones y distribuido volantes, por lo que es necesario que las autoridades hagan lo que le corresponde, porque advierte que hay desinterés por apoyarla.