Rosario Garcia Orozco
Chilpancingo, Gro., 12 de junio del 2022.- El Ejército Mexicano es la constructora más grande del país y eso afecta a las empresas que, como otros giros, son las que con el pago de sus impuestos sostienen a México, aseguró el dirigente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (Cmic), Francisco Solares Alemán.
Reconoció que hay una fuerte competencia para los cosntructores, que es el Ejército Mexicano, que si está construyendo varias obras en todo el país, «que se puede decir que actualmente es la más grande constructora del país, ellos no contratan empresas constructoras, solo compran los materiales, contratan a civiles para hacer las obras, porque los oficiales del Ejército no alcanzan, además están distraídos en aplicar vacunas, construir y atender los Bancos del Bienestar, y muchas tareas más».
El líder nacional de la Cmic dijo que el presupuesto federal para infraestructura es del orden de los 660 mil millones de pesos, de los cuales, el 62 por ciento está concentrado en dos estados: Tabasco y Campeche, lo demás es para el resto del país. «Guerrero tiene asignados unos 10 mil millones de pesos, que es muy poquito, pero aun así es un estado que se encuentra en cuarto lugar de inversión federal».
Solares Alemán recordó que si no se asigna obra a los empresarios de la construcción se frena el desarrollo, «porque nosotros los empresarios pagamos impuestos, generamos empleos, generamos riqueza y condiciones para el bienestar y con nuestros impuestos logramos que el gobierno gobierne, y pueda dirigir, distribuir y ordenar la convivencia de la sociedad, y eso se elimina al quitar a los empresarios».
Respecto a los caminos artesanales, aseguró que se requiere personal especializado para su construcción, «porque construir un camino o una carretera, no es lo mismo que construir una banqueta, a lo mejor una banqueta se puede hacer sin tener muchos conocimientos tecnicos, pero una carretera, un camino, requieren de un estudio técnico para tener la seguridad de que estará bien hecho, igual que las escuelas, que en México son espacios seguros, tan esa así que son utilizados como albergues en los desastres», y ahora esas obras serán realizadas por los comités de padres de familia en las escuelas, «podrían ser obras no seguras, ni de calidad, y el ahorro no va a ser tal», aseguró .
Agregó que se requiere de mayor inversión tanto pública como privada, sobre todo porque a partir del año pasado en el ámbito público apenas se invierte el 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), «cuando deberíamos estar por lo menos en el 5 por ciento, para poder mantener el nivel que tenemos y además poder crecer económicamente como país».
También se necesita, dijo, generar más confianza en estabiliad social y económica para que haya más certeza para la inversión privada, porque siempre se hacen la misma pregunta, si este es el mejor momento para invertir, «de acuerdo al INEGI, en México andamos en el 30 por ciento de confianza para invertir en el país, cuando se requiere por lo menos el 50 por ciento, entonces estamos muy por debajo de los niveles que se necesitan para mejorar en ese rubro», reconoció.
Mencionó que la pandemia por el Covid 19 vino a acelerar la caída de las inversiones en construcción en el país, «la inversión en construcción de 2018 a 2021 ha caido un 35 por ciento, es decir, estamos facturando un 35 por ciento menos de lo que facturamos en 2018».
Lamentó que tampoco se ha podido recuperar la candidad de empleos perdidos desde 2019, «sin embargo, si hablamos de la cadena de valor de la construcción, en donde no solo están las empresas constructoras, sino todos los proveedores ligados a esta industria, es un rubro que poco a poco si se ha ido recuperando».