David Martínez Téllez
El Financiero, Reforma, María de las Heras y Mitofsky publicaron sus más recientes encuestas sobre la aceptación del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
El diario especializado en información financiera establece que AMLO en lo que va del año, dos meses, ha perdido 13 puntos porcentuales. Especifica: 7 en enero y 6 en febrero.
Las causas son diversas o multifactoriales. Son tres las más evidentes. a) inflación que se refleja en los precios de los artículos de primera necesidad y b) el evento de la casa gris, donde vivió uno de los hijos de AMLO, una residencia muy lujosa cuyo dueño tiene negocios con el gobierno de la 4T. c) diferencias con los periodistas, el tema central ha sido el asesinato de decenas de ellos, no directamente perpetrados por funcionarios públicos, pero son responsabilidad del actual régimen.
El presidente a finales del año (2021) estuvo en 67 puntos porcentuales; casi 70 como lo ha manifestado recientemente en las mañaneras. Esos 67 puntos porcentuales se equiparan con los 66 que le resultaban a la encuesta Mitofsky. Ambas coincidían, un punto porcentual de diferencia. Mitofsky, en su encuesta diaria, nos indica que el presidente ha bajado 5 puntos porcentuales en el último mes. En estos días lo ubica en 58.6; hace un mes en 63.1.
María de las Heras, considerada la más imparcial de las casas encuestadoras señala que el presidente desciende 20 puntos porcentuales en el último año. En particular Mitofsky lo encontraba muy por encima de 60 puntos porcentuales. 6 o 7 puntos. Con esa apreciación se veía optimista para celebrar la revocación de mandato y con ello refrendar su gestión como mandatario y al mismo tiempo llevar a nivel constitucional la propuesta de evaluar a todos los políticos a mitad de su gestión.
Se asomó la tercera ola del Covid y detuvo la economía. Tanto que hasta se pronostica un crecimiento del 2.5; mientras que el presidente vislumbra con “sus otros datos un 5%.
El costo de, casi todos los productos, se han elevado entre un 10 y 20 por ciento. Por ejemplo, los recibos de luz, la tarifa del gas y el precio de gasolina son más caros. El limón y aguacate detonaron en la economía familiar. Otro elemento que hasta este momento no he considerado es la inseguridad. Por lo menos la mitad del territorio nacional se ve inseguro. Secuestros, extorsiones y asesinatos de mucha gente es la constante.
El sector “comunicadores” ha elevado la voz y que es bisagra entre el poder y la sociedad ha sido el más lastimado. El gobierno norteamericano también señaló esta pachorra entre presidencia y periodistas.
El evento de la casa gris desenmascaró la frase reina de honestidad del presidente. Como diría José López Portillo (por supuesto en una interpretación) “todos somos corruptos”. La defensa de esa casa gris ha ofrecido más información y ha ido hundiendo al mismo presidente en un mayor desprestigio. Esta situación ha sido aprovechada por sus opositores.
Además, está presente el enfrentamiento interno de Morena. Por ejemplo, las visitas que ha realizado Ricardo Monreal en varias ciudades del país para ser considerado presidenciable, cuando AMLO ha dicho que está fuera de esa consideración.
Como dice el clásico el resultado de su descenso es la apreciación de un discurso que ya no liga con la realidad. O como se dice actualmente en el marketing: “Para ser hay que parecer”, es decir ya encontró piso el discurso. Pero todavía el presidente, con esa habilidad que los caracteriza, puede rascar.