Es el crimen, el que presiona a pobladores para expulsar a militares en Tierra Caliente

— El General de la 35 Zona Militar, Jorge Pedro Nieto sostiene que además de San Miguel Totolapan, la presión se entendería hacia Apaxtla, lo que al final no sucedió

Jesús Dorantes

El comandante de la 35 Zona Militar, general Jorge Pedro Nieto Sánchez, sostuvo que grupos delictivos presionan y obligando a pobladores de la Tierra Caliente para expulsar al personal del Ejército Mexicano en municipios donde señaló, la presencia de las fuerzas armadas es crucial, como ocurrió recientemente en San Miguel Totolapan.

La declaración se produjo al concluir la ceremonia de ascensos de la promoción superior del Ejército Mexicano, en Chilpancingo.

El general comentó que la semana pasada sostuvo una reunión con los presidentes municipales de Tierra Caliente, a quienes pidió cerrar filas y evitar que se repitan acciones como la expulsión del destacamento en San Miguel.

“Bajo argumentos, supongo yo inventados, personal de la delincuencia organizada impulsa a la población, la presiona, la obliga a que vaya y nos saque de un municipio que requiere de mucha seguridad”, afirmó.

Nieto Sánchez señaló que los alcaldes mostraron disposición para colaborar, ante el riesgo de que situaciones similares se extendieran a otros municipios.

Lo anterior, porque ya se preparaba una situación similar en Apaxtla de Castrejón, donde comenzaron a circular mensajes y rumores que buscaban generar un ambiente de confrontación contra las fuerzas armadas, lo que al final no sucedió.

El 29 de octubre, elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional destacados en San Miguel Totolapan se retiraron de la cabecera municipal después de una protesta que duró varias horas. Habitantes acusaron a los soldados de agredir a un adolescente de 13 años, hecho que desató tensión y enfrentamientos.

Los familiares de Juan “N” aseguraron que el joven regresaba a Loma de las Piedras cuando fue detenido y golpeado con la culata de un arma. La denuncia provocó la concentración de decenas de pobladores que exigieron la salida inmediata de los militares.

Testigos refieren que alrededor de las 9:30 de la noche del martes se registró un intercambio de golpes entre manifestantes y soldados, quienes respondieron con palos para impedir que la multitud ingresara al destacamento, mientras los inconformes lanzaban piedras.

El alcalde Arturo Julián Gómez intervino para frenar un enfrentamiento mayor. Entregó a los mandos castrenses un documento avalado por el cabildo en el que se solicitaba formalmente la salida del Ejército, advirtiendo que, de no cumplir, convocaría a más vecinos haciendo sonar las campanas de la iglesia.

Finalmente, cerca de la 1 de la madrugada, unidades del Ejército recogieron al personal desplegado, retirándose de la zona.

Al ser cuestionado sobre el impacto de estos hechos, el general Nieto destacó que las fuerzas armadas están sujetas a protocolos estrictos y a la Ley Nacional del Uso de la Fuerza, lo que en ocasiones limita su capacidad de respuesta ante grupos delictivos que operan con libertad en algunos municipios.

“No perdemos territorio. El territorio es el mismo. Tenemos instrucciones de siempre atender, pero debemos cumplir la ley del uso de la fuerza, que en ocasiones nos limita, la gente tiene derecho a manifestarse, incluso como sucedió en San Miguel. Entendemos el trasfondo”, detalló

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