MIRADA INTERIOR

LA INVASIÓN

Por: Isaías Alanís

No cabe duda de que el imperio, que se desmorona por dentro, extiende sus garras asesinas a Latinoamérica. Es una cuestión de gastos de guerra; sale más barato invadir Venezuela, México, Cuba que Afganistán, Vietnam, Gaza y África. Los halcones de Washington, adujeron la existencia de armas químicas en países como Irak e Irán. Aprendieron de sus abuelos, los ingleses. En 1869, el emperador Daoguang, por las consecuencias en la población, prohibió el opio. Reino unido, desencadeno la Guerra del Opio para seguir obteniendo enormes ganancias con esa droga, al igual que los EEUU lo hace con el fentanilo.

Las protestas en EEUU, el rompimiento con Canadá, ¿son los preparativos para la invasión a América Latina?. Pete Hegseth alistó el portaviones “Gerard Ford” y tres destructores hacia el Mar Caribe. Realizar una cronología de las invasiones, militar, económica, política y misiones encubiertas, sería muy extenso, nombraré algunas: La guerra México- estadunidense, 1846-1848, se robaron mas de la mitad del territorio nacional. Bajo la enmienda Platt en 1902, EEUU intervino militarmente en Cuba. De 1916 a 1924, República Dominicana. 1912 a 1932 con Anastasio Somoza, invadió Nicaragua. 1915 a 1934, invadió Haití. En 1954, la CIA, derrocó al presidente de Guatemala, Jacobo Árbenz, por impedir que la United Fruit Company siguiera sangrando a Guatemala. La Operación Cóndor que protegió, armo, desestabilizó gobiernos democráticos, entre otros, el golpe de estado y asesinato del presidente de Chile Salvador Allende en 1973.

Siguiendo el mismo patrón, los invasores han acuñado otra gran mentira, Venezuela, México, Colombia y Cuba, “declarados como narco estados”. El video de Trump lanzado heces a los migrantes y estadunidenses que protestan por sus medidas, la mierda de su locura, se le ha revertido a EEUU despertando la conciencia de millones de seres del globo terráqueo. La guerra en Ucrania a punto de terminar, la maquinaria bélica gringa busca donde tener ocupados a su soldadesca, a diferencia de romanos que organizaban fastos de batallas y torneos gladiatorios, los EEUU se lanzan contra Latinoamérica.

Recientemente Trump declaró: “no es necesario pedir una declaración de guerra al Congreso, simplemente, vamos a matar a la gente que esta introduciendo drogas en nuestro país, vamos a matarlos”. Y haciendo eco a Trump, el General Hegseth, Secretario de Guerra con su experiencia en Irak, recalcó: Los trataremos como a Al Qaeda, te encontramos, mapearemos tus redes, te cazaremos y te mataremos”

Más claro, ni el agua de lluvia que causó destrozos en estados de México; a Irak lo invadieron por “producir” supuestas armas químicas, a México, Venezuela, Brasil y Colombia y Cuba, por “supuestos narco estados”. En EEUU existen carteles de distribución de drogas; por testimonios de ex agentes, se sabe que en el Pentágono, DEA, CIA, cuentan con una unidad secreta de tráfico de drogas en territorio estadunidense con conexiones a América Latina y el mundo; en Afganistán se adueñaron del comercio de la amapola.

Guillermo Bonfil Batalla, hace mas de tres décadas, planeó crear en la frontera con EEUU, lo que llamó, un “colchón” cultural para evitar la invasión gringa y que funcionara desde México a Brasil, un proyecto para blindar del imperio a la unidad latinoamericana que nos une culturalmente. Hoy nos hace falta otro Bonfil Batalla que les abra los ojos a millones de mexicanos y latinoamericanos que se dejan seducir por las mentiras de los medios de comunicación manejados por el poder del imperio. Si nadie lo ha visto, es hora de que lo descubran. ¿Qué pasó en Vietnam, Irak, Afganistán? Los halcones de Washington harán todo para invadir y acrecentar su poder de fuego petrolero con Venezuela, Colombia y México.

La presidenta, cauta, pese a “mentiras de Trump”, lo torea, mientras el ejercito de EEUU se alista ante las amenazas de Trump de invadir Venezuela y México por tierra. ¿Se vienen horas negras para nuestro país?; asesinatos de alto impacto, caos, medios de comunicación al servicio de poderes fácticos y estadunidense; la ascensión de la ultraderecha impactará en México menos que en otros países. Un pequeño grupúsculo de mexicanos, han “pedido” que México sea invadido por EEUU; un delincuente (presidente del tricolor) de cuello con heces del King Trump; clérigos, empresarios y el perico de Salinas Pliego, entre otros.

DE REOJO

La noche del 23 de octubre, vi el “Asalto a la razón”, titulo del libro de Georg Lukács, en el que analiza el irracionalismo en filosofía alemana y su contribución a legitimar el nazismo, como actualmente la invasión de EEUU. Nombre del programa homónimo, conducido por el hierofante menor de la sin razón Carlos Marín en TV Milenio; de cuyas pantalla escurren cuajarones de sangre como en los viejos tiempos de ¡Alarma¡ y Casos de ¡Alarma¡.

Marín entrevista a “invitados, que debaten los problemas con un enfoque objetivo”. Es una charla “espinuda”, por las puyas del chayote, y el contenido diseñado por los jefes de Marín. En ese “asalto a la inteligencia”, Marín platicó con un doctor sobre la salud en México. (El nombre no importa, puedo haber sido el Dr. IQ); de manera tendenciosa, el problema se lo cuelgan a AMLO. Estadísticas de cuando menos hace cinco sexenios datan el deterioro, venta, alquiler de los hospitales de seguridad social. Privatización del sector, catastrófica para millones de mexicanos.

Con actitud de inquisidor medieval, Marín, gesticula, se burla de los desatinos con la “gran farmacia” del periodo de AMLO, sin entrarle con “razón”, saltándose a la mafia de ese sector en manos de ex secretarios de salud, políticos, empresarios, metidos en el negocio de las medicinas; hospitales privados; constructoras, servicios subrogados a “cuates, parientes” y a la iniciativa privada.

Se necesita no tener uso de razón para saber como acabaron con el sector en pocos años.

Lo equívoco de la gestión de AMLO, ahí está, que se ventile. ¿Pero que hubo antes de él? ¿Quiénes se beneficiaron con hospitales construidos con dinero nacional, atracando millones de pesos destinados a los servicios de salud para los mexicanos? De eso ni una palabra. No se trató de un asalto a la razón, si no de un asalto a la verdad histórica.

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