— “Aquí es bienvenido”, señala el dirigente estatal Alejandro Bravo Abarca
Rosario García Orozco
El dirigente estatal del PRI, Alejandro Bravo Abarca le abrió las puertas de dicho instituto político al ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, pese a que este renunció a su militancia en el año 2011, para luego derrotarlo abanderando al PRD.
En conferencia de prensa, Bravo Abarca se refirió al desaire que el ex gobernador sufrió de parte de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, cuando una mujer pretendió entregarle un presente en la ciudad de Ometepec, en la Costa Chica de la entidad.
Bravo Abarca sostuvo que el ex mandatario está expuesto a un nuevo rechazo, ahora en su intento de acercarse a MORENA.
Por eso anotó: “Nosotros tenemos siempre las puertas del PRI van a estar abiertas a todas, a todos aquellos que quieran venir a trabajar por el PRI, porque eso es muy importante, hay que venir a trabajar por el PRI, no venir pensando en intereses de grupos, intereses personales”.
Aseguró que el tricolor requiere de personajes que lleguen a sumar, tanto en el aspecto político como social: “Estamos intentando nosotros quitarnos esos vicios de que los que estemos encargos de dirigencia, estemos solamente pensando en nuestro interés. Por ello, todas y todos son bienvenidos siempre y cuando vengan a trabajar por el PRI y no por sus propios intereses”.
Aguirre Rivero fue gobernador de Guerrero por primera ocasión en el trienio comprendido de 1996 a 1999, tras la solicitud de licencia de Rubén Figueroa Alcocer.
En 20011, al no ser designado candidato a gobernador por el PRI, el originario de la Costa Chica renunció a dicho instituto político y buscó la postulación por el PRD, lo que consiguió y ganó, asumiendo un segundo mandato que se truncó tras los ataques del 26 de septiembre de 2014, en Iguala de la Independencia.