— Ejidatarios están en contra porque aseguran que los desechos afectarán los mantos freáticos
Rosario García Orozco
«No se puede detener» el proyecto del basurero en la localidad de Matlalapa, municipio de Tixtla de Guerrero, destino final de los desechos recolectados en Chilpancingo, aseguró el alcalde capitalino, Gustavo Alarcón Herrera.
Recientemente, ejidatarios de Matlalapa declararon a medios de comunicación que ese lugar no puede utilizarse para recibir la basura de los chilpancingueños porque se contaminaría el agua del subsuelo y afectaría incluso sus tierras de labor.
En una breve entrevista al finalizar la inauguración de la Primer Feria del Empleo en la explanada cívica Primer Congreso de Anáhuac, el alcalde de Chilpancingo dijo desconocer la negativa de los habitantes para que las 400 toneladas de basura que genera diariamente la capital sean depositadas en las celdas de Matlalapa.
Explicó que «el basurero» forma parte de convenios y trabajos realizados en administraciones anteriores, así como de permisos otorgados en su momento por dependencias en materia de medio ambiente, tanto federales como estatales, por lo que no hay razón para no seguir con el proyecto.
Sin embargo, mencionó que se reunirá con los funcionarios del ayuntamiento que tengan que ver con el tema, para posteriormente sostener un encuentro con los habitantes de la localidad y darle seguimiento a esa denuncia.
La jornada del jueves, un grupo de ejidatarios declararon a medios de comunicación que en la administración municipal del ex alcalde Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena y de Tixtla, Hosseim Nabor Guillén, les prometieron que sería una «recicladora» y no un «basurero», y que por ello es que permitieron que iniciara el proyecto.
Argumentaron también que el centro de disposición final (basurero) viola los artículos de la Norma Oficial NOM-083 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).