— Exigen seguridad para regresar a sus pueblos, de dónde fueron desplazados durante 2018 y 2020
Rogelio Agustín
Desplazados de comunidades pertenecientes a Leonardo Bravo amagaron con impedir la instalación de casillas y el desarrollo de las elecciones el próximo 2 de junio, si los tres niveles de gobierno no acuden a reinstalarlos en los pueblos, de dónde fueron expulsados durante los enfrentamientos de 2018 y 2020.
El mediodía del jueves 30 de mayo, un grupo de aproximadas cien personas, la mayoría adultos mayores y niños llegaron hasta el punto conocido como La Hermita, en el acceso principal de Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo.
Ahí abordaron al personal de la Guardia Nacional (GN) y del Ejército Mexicano que se encuentran resguardando la carretera interestatal que comunica con Chilpancingo.
Se presentaron como afectados de la violencia que se vive en la Sierra durante los últimos años, pues fueron desplazados de sus comunidades primero en 2018 y posteriormente en 2020, durante la incursiones que protagonizó el grupo denominado como «Los Tlacos».
A los oficiales al mando informaron que se manifestarían de manera pacífica, con la petición de que al lugar acuda el alcalde Saul Villa Adame o algún representante del Gobierno de Guerrero.
De primera instancia amagaron con instalar un bloqueo en la carretera interestatal, para pedir que se les generen las condiciones para regresar a sus comunidades, donde dejaron casas, tierras de cultivo y ganado
En caso de que no se les atienda, adviertieron que no van a permitir la instalación de las casillas el próximo 2 de junio.
Solicitaron la instalación de bases militares y de la GN en El Carrizal y Filo de Caballos, ubicadas en la ruta de acceso a su pueblo.
Aunque no tienen el dato preciso, señalan que son alrededor de 200 familias desplazadas de comunidades como Filo de Caballos; Campo de Aviación, Los Morros, Tepozonalco, El Naranjo, Iyotla, Balsamar, Las Joyas, Polixtepec, Yextla y Tierra Colorada, entre otras.