— Desde octubre de 2021, la cabecera municipal está bajo el control de la Policía Comunitaria
— La noche del martes 21 de marzo, el director del DIF fue liberado, tras ser retenido por distribuir despensas “sin pedir permiso”
— La mañana del jueves 23 de marzo, alrededor de 200 elementos del Estado y Federación llegaron a la comunidad, en la tarde del mismo día, los expulsaron a pedradas
Yasmín García Chino
Chilpancingo, Gro., a 23 de marzo 2023.- Elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional (GN) y Policía del Estado asumieron el control de la cabecera municipal de Xalpatlahuac, por espacio de seis horas, después un grupo de pobladores los expulsó utilizando piedras y palos.
Desde el 25 de octubre de 2021, la cabecera municipal de Xalpatlahuac está en poder de la policía comunitaria y el Tlayakanky de la localidad, lo que ha sido denunciado ampliamente por la alcaldesa Selene Sotelo Maldonado.
La mañana del jueves alrededor de 200 elementos de las fuerzas federales, acompañados por la Policía del Estado arribaron a la cabecera municipal.
Las corporaciones se instalaron en el primer cuadro y los accesos a la cabecera municipal, sin que se generara ningún choque con los integrantes de la Policía Comunitaria, que abandonaron la ciudad cuando militares y policías ingresaban.
El 20 de marzo se reportó la detención de Jorge Pardo Dorantes, director del DIF Municipal, quien fue acusado de distribuir despensas exclusivamente entre personas cercanas a la administración local, que encabeza la alcaldesa Sotelo Maldonado.
El mismo 20 de marzo, la jefa de Cabildo denunció la retención del director del DIF, por lo que responsabilizó del hecho a la Policía Comunitaria y al Tlayakanki, luego pidió la intervención de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
Denunció que el funcionario, Jorge Pardo fue golpeado, además de que los integrantes de la Policía Comunitaria lo obligaron a firmar minutas de acuerdos que no estaba dispuesto a cumplir.
Selene Sotelo calificó la detención como un acto cobarde y exigió a las autoridades, del estado y la federación que el hecho no quede impune.
Los policías comunitarios, que desde el 25 de octubre permanecían en el control del Ayuntamiento y de la cabecera municipal, se retiraron de la zona cuando los militares y policías estatales ingresaban, lo que ayudó en mucho a evitar una confrontación.
Durante la mañana y pasado el mediodía, el personal del Ejército, la GN y los policías estatales permanecieron en la cabecera municipal.
Sin embargo, alrededor de las 14:00 horas, el Tlayakanky ordenó que se tocaran las campanas de la iglesia central, para llamar a que la gente se reuniera.
Casi de inmediato, decenas de personas, entre hombres vestidos de civil, mujeres y algunos menores de edad se reunieron y acordaron ir a encarar a los militares y policías, por lo que empuñaron palos y piedras.
Cuando las corporaciones se percataron de lo que sucedía, decidieron evitar un choque violento y para eludir la agresión decidieron retirarse.
Entrada la tarde, la comunitaria volvió a instalarse en el ayuntamiento y las calles del centro de la ciudad.