— Artista plástico acusa al ex rector Javier Saldaña Almazán
Jesús Dorantes
Los murales alusivos a la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos desde septiembre de 2014, además de las creaciones realizadas por la colectiva “las Revueltas”, fueron borrados de las paredes de Ciudad Universitaria-sur, por personal de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Un grupo de trabajadores de la máxima casa de estudios, acudieron la mañana del miércoles 7 de diciembre hasta la parada del transporte público que se encuentra en el acceso principal a las facultades de Derecho, Ingeniería y Filosofía y Letras, dónde con pintura blanca cubrieron los murales que permanecían en el lugar.
Hasta dicho punto llegó José Luis Correa Catalán, autor del mural con el que se reclama la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Dicha obra, dijo que permaneció intacta durante más de ocho años, sin embargo, ahora fue cubierta con pintura blanca, al parecer “por intereses del ex rector Javier Saldaña Almazán”.
La intención, de acuerdo con el artista, es dar una nueva imagen, tanto comercial como política a la máxima casa de estudios.
El autor calificó dicha acción como indignante, debido a que va en contra de la historia de la UAGro, que es una institución educativa de izquierda y que su fundación costó la vida de muchas personas que participaron en el movimiento social de 1960.
Dijo que Saldaña Almazán busca nuevamente ser rector, por lo que ahora se le ha visto promoviendo acciones que lo acerquen al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a pesar de que no se le conoce como un cuadro político con formación de izquierda.
Todavía no se conoce la postura de las integrantes de la colectiva “Las Revueltas”, que también habían plasmado varias imágenes en dichas paredes, que resguardan el acceso a las escuelas de nivel superior de la máxima casa de estudios guerrerense.
Correa Catalán no descartó la posibilidad de volver a pintar la obra alusiva a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, pues señala que esa es una herida abierta que le duele al estado y al país, ya que hasta el momento se conoce el destino de los normalistas.