— El camión de “Los Avispones” era muy diferente a los autobuses de los normalistas rurales, señala la madre de familia
— “A nosotros nadie nos ha dicho nada”, reprocha a las autoridades
Rogelio Agustín
“Aún no sé si en realidad fue una confusión o si se trató de un ataque directo”, dijo la señora Roberta Evangelista Hernández, madre de David Josué García Evangelista “El Zurdito”, jugador de “Los Avispones de Chilpancingo”, asesinado junto con el conductor Víctor Manuel Lugo, la noche del 26 de septiembre de 2014.
El reproche de la mamá del jugador tiene fondo, pues señala que a las familias de los jugadores y cuerpo técnico del equipo de futbol -que ahora juega en la segunda división profesional-, no se les ha dado la misma cobertura que a las demás víctimas de los ataques suscitados durante la noche del 26 de septiembre.
“A nosotros nadie nos ha dicho nada”, reclama, sin abundar más en la inequidad que ha prevalecido en el caso.
En el arranque de la intervención realizada en la cancha de “Los Avispones”, la señora Roberta hizo un reconocimiento al apoyo que otorgó el gobierno de Guerrero, pues hubo una aportación económica para la renta de los toldos que se instalaron en el lugar, además de sillas y bocadillos para ofrecer un refrigerio a quienes acudieron.
Sin embargo, remarca que se trató de “algo muy pequeño, ya que en otros años se ha hecho más extensivo”.
Lo más notable del evento, para la madre de familia agraviada, fue la ausencia de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y de la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, a quienes se les hizo la invitación para que acompañaran el homenaje, sin embargo no acudieron por cuestiones de agenda.
“Este evento no es cualquier evento, para nosotros vale demasiado”, enfatizó la señora Roberta, quien no obstante, agradeció la presencia en el lugar de la directora del Instituto del Deporte en la Entidad, Alma Rocío López Bello, representante personal de la titular del Poder Ejecutivo local.
¿Cómo sería el Zurdito, a sus 23 años de vida?
“A ocho años de aquella horrible tragedia, esa tragedia que vivieron los jóvenes y cuerpo técnico del equipo Los Avispones, en la que le arrebataron la vida a mi hijo David Josué -en ese tiempo jugador- y al señor Víctor Manuel Lugo, chofer del camión que los transportaba esa noche, en la que hubo muchas víctimas más, en un tema del cual todos conocemos, donde hay desaparecidos y también de los muertos que hubo por parte de los normalistas (de Ayotzinapa), donde hay familias que sufrieron la misma situación que estamos pasando nosotros, seguimos exigiendo justicia”, anotó.
Al paso del tiempo, refiere que David Josué tendría en estos momentos 23 años de edad, pues al momento en que se suscitaron los ataques en Iguala había cumplido 15.
Las dudas que la acompañan todo el tiempo, consisten en pensar cómo sería “El Zurdito” al convertirse en un hombre adulto, qué tipo de logros habría alcanzado, cuál sería el trato que tendría con su familia.
No sé si realmente fue confusión
En la parte final de su intervención, la señora Roberta sostiene: “Aún no sé si realmente fue una confusión o si el ataque fue directamente hacia ellos, ya que el camión que los transportaba era muy diferente a un autobús y a nosotros no nos han dicho realmente qué fue lo que sucedió”.
Por esa razón, dijo que se mantiene firme en el reclamo de justicia para su hijo, pero también por todas las personas que cayeron la noche del 26 de septiembre de 2014.
“Justicia para David Josué, justicia para todos los caídos”, señaló la mamá de “El Zurdito”.
En su intervención, la representante del Gobierno de Guerrero, Alma Rocío López Bello reconoció la importancia que tiene para el estado de Guerrero, que ahora Los Avispones se encuentren en la segunda división profesional.
Indicó que hay un fuerte legado de parte de David Josué Evangelista para la generación actual de jugadores, “pues a pesar de su corta edad, ya dejó una huella muy profunda en el equipo y en la sociedad, de nuestro estado y de la ciudad en la que vivía”.