— Ardillos, CJNG, CDS, los Tlacos, dos grupos de la UPOEG y el FUSDEG, buscan el control de la microrregión integrada por ocho pueblos
— Deivid Barrientos Salazar, comandante de la UPOEG niega ser el autor intelectual del asesinato cometido el lunes, en Chilpancingo
— Asegura que un sobrino del comunicador es miembro activo del CJNG
Rogelio Agustín
El Comandante de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Deivid Barrientos Salazar confirmó que Buena Vista de la Salud y El Ocotito, forman parte de una mricrorregión que se disputan por lo menos cuatro grupos del crimen organizado y dos autodefensas, también negó ser el autor intelectual del asesinato cometido en contra del periodista.
Aunque en la comunidad de Buena Vista de la Salud, mientras se velaba el cuerpo del fundador del periodico “La Realidad”, los familiares señalaron que desconocían si Fredid Román había sido amenazado por los grupos delictivos que operan en la zona, un supuesto sobrinoque se identificó como Pedro, aseguró en un noticiero nacional que quien había ordenado el asesinato del editor del periodico La Realidad, era el coordinador de la UPOEG en El Ocotito, Deivid Barrientos, al que señaló como integrante del grupo delictivo de “Los Ardillos”.
«No tengo nada que ver», dijo Barrientos Salazar, en una conferencia de prensa convocada en la comisaría del Ocotito, ubicada a escasos cinco kilómetros de Buena Vista de la Salud.
Barrientos sostuvo que Pedro Román, supuesto sobrino del periodista asesinado en realidad no existe, por lo que restó credibilidad a la imputación hecha en su contra.
Confirma llamada con Fredid Román, el 1 de julio
El comandante de la UPOEG comentó que el pasado primero de julio, el joven Vladimir Román, hijo de Fredid fue asesinado en el tianguis del Ocotito, cuando trabajaba distribuyendo pollo.
Dijo que el hermano mayor de Vladimir, de nombre Cristian, llegó a la escena del crimen y tras confirmar el hecho trató de llevarse el cadáver antes de que personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizara las diligencias correspondientes.
Entonces, el secretario de la comisaría, de nombre Bertín le marcó el alto para decirle que esperara la llegada de las autoridades, a lo que asegura, Cristian reaccionó con violencia, sustrajo un arma de fuego y mató a Bertín.
Ese primero de julio se generó una comunicación por teléfono celular, de la que el comandante de la UPOEG proporciona su versión: «El señor me marcó a mi número para decirme que por lo sucedido en el tienguis se iba a desatar la guerra, yo entendí el dolor de un padre al saber a su hijo muerto, pero también tenía tirado en la calle al secretario de la Comisaría, por lo que le respondí que nosotros estaríamos cuidando nuestro pueblo, si alguien se venía a meter para hacer algo indebido, pues que aquí íbamos a estar».
Exhortó a las autoridades para revisar la sábana de llamadas de su teléfono y del periodista asesinado, para verificar el contenido de la comunicación que se generó el pasado 1 de julio, tras el asesinato del joven Vladimir y del secretario de la comisaría.
Con ese elemento, dijo que se podrá conocer cual fue el sentido de dicha comunicación.
A pregunta expresa, dijo que está en la disposición de declarar ante el Ministerio Público sobre los hechos que se le requieran, pero aclaró que lo hará siempre y cuando sea en El Ocotito, porque fuera del pueblo no se siente seguro.
Los grupos que están interesados en la zona
Deivid Barrientos precisa que ese es su nombre de pila, es nativo del Ocotito y refiere que no es la primera vez que lo acusan de ser parte de un grupo criminal, en este caso el de “Los Ardillos”.
La causa de los aseñamientos, “porque nunca he querido jalar con nadie”.
Asume que fue parte del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), que actualmente tiene su base de operaciones en Tierra Colorada, pero que siempre ha tenido interés de regresar a controlar El Ocotito.
Asegura que se deslindó del FUSDEG por la serie de irregularidades que se detectaron, entre ellas actos de tortura en contra de detenidos y la comisión de diferentes ilícitos.
Fue entonces que decidió pasar a ser parte de la UPOEG que dirige Bruno Placido Valerio, en la que también participa la base de Buena Vista de la Salud.
Indicó que lo han acusado de formar parte del Cartel de la Sierra (CDS), porque es real que dicho grupo tiene el interés de asentarse en la zona, integrada por las comunidades El Rincón de la Vía, Cajeles, Cajelitos, Mohoneras, Dos Caminos, Buena Vista de la Salud y El Ocotito.
Otra organización con la que lo relacionan, porque lo invitaron a sumarse es la de “Los Jaleacos”, que en algunos momentos han tenido alianzas con “Los Tlacos”, otro grupo que opera desde la parte alta de la Sierra y que en el valle tendría una salida muy directa hacia la carretera federal México-Acapulco.
La última invitación que recibió, dijo que fue la del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Han querido y siguen queriendome relacionar con Los Ardillos, pero en el ocotito se han detenido a muchos integrantes de ese grupo delictivo, porque aquí los comunitarios son legítimamente electos”, aseveró.
Responsabilizó de esas versiones al líder del Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG), Salvador Alanís de ejercer mucha presión para involucrarlo, porque desde hace varias semanas declaró una confrontación abierta entre la sierra y el grupo que controla la zona de la Montaña Baja.
Barrientos asegura que hay por lo menos un integrante de la familia del periodista asesinado que es miembro del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Dijo que se trata de un joven de nombre Faver, quien señaló, se ha encargado de asesinar y desaparecer personas.
“Ya he tenido invitaciones de que me sume al CNJG, que es al que pertenece la familia Román, porque Faver García Román es miembro activo”, aseveró,
Explicó que la invitación para sumarse al CJNG se la hicieron varios integrantes de la UPOEG de la base de Buena Vista, entre ellos mencionó al finado Mario Zamora, asesinado el 26 de enero pasado.
“Ellos me dijeron que el CJNG iba a tomar el control de la zona, que querian que Ocotito permaneciera a ese grupo, yo les dije que no me mandaba solo, que debía realizar una reunión con mi consejo y que en conjunto se determinaría los pasos que daríamos, ellos dijeron que era un tema de armas y no de pueblo, que a las buenas o a las malas le ibamos a entrar”.
Continúa: “Yo les dije que mejor lo dejabamos así, ya hay amenaza y entonces, mejor a las malas ibamos a ver si podían entrar al Ocotito, desde ese día para acá se ha desatado una cacería contra nuestra comunidad, porque no quise pertenecer”.
Aunque la base de Buena Vista y del Ocotito visten playeras con las siglas de la UPOEG, en los hechos ya no caminan juntos.
En Buena Vista acusan al Ocotito de pactar con Los Ardillos, pero el líder del Ocotito dice que sus vecinos, que se encuentran a cinco minutos de camino sobre la carretera federal, están controlados por el CJNG.
El martes, en una conferencia de prensa en Chilpancingo, el vicefiscal de Investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE), Ramón Celaya Gamboa dijo que ya se tiene identificados a los grupos que operan en la zona del Valle y que incluso, hay acciones judiciales que están por ejecutarse.
“Están identificados, sabemos quienes son y no vamos a bajar la guardia, no nos amedrentamos”, señaló el vicefiscal.