— La misma organización en Acapulco lamentó que ese delito haya aumentado en la capital
Rosario García Orozco
Contrario a lo que hace unos días declaró el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Acapulco, Alejandro Martínez Sidney, en cuanto a que en Chilpancingo el problema de la extorsión ya es grave y se ha incrementado, el dirigente de esa organización en Chilpancingo, Pioquinto Damián Huato, negó que sea de esa manera.
Recientemente, en el marco de las comparecencias de secretarios ante los diputados locales por la Glosa del Cuarto Informe de la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, el dirigente de la Canaco en Acapulco lamentó que “Chilpancingo está muy complejo porque hay mucha infiltración en los productos elementales como el pollo, con la distribución de la cerveza, incluso hasta productos de la canasta básica, como la tortilla”.
En esas declaraciones el dirigente empresarial del Puerto de Acapulco también externó que tanto la Fiscalía General del Estado (FGE) como los empresarios de Chilpancingo tienen mucho trabajo que hacer para poder revertir el problema de la extorsión, y adelantó que no es una tarea facil porque evidentemente “que no se puede actuar a la Robin Hood, porque es muy difícil actuar en un esquema tan complicado como el de las represalias”, e insistió en que “la verdad es que desde fuera notamos que el problema de Chilpancingo es muy serio”.
Sobre esa opinión vertida a medios de comunicación por parte del empresario acapulqueño, Pioquinto Damián Huato enfatizó que “la verdad, en estos momentos, aquí no conozco muchos casos de extorsión, al menos no como lo que asegura el empresario acapulqueño en cuanto a que en esta capital este delito está desbordado”.
Aseguró que está en condiciones de decirlo de esa manera, porque porque vive en el centro de la ciudad, en donde “está todo seguro”, y a toda hora hacen sus recorridos tanto los elementos de la Guardia Nacional como de las policía Estatal y Municipal, “por lo que por donde yo vivo está todo muy seguro”.
Insistió también en que sus agremiados no le han hecho ningún comentario en ese sentido: “nada, yo no tengo ningún comentario; hace muchos años me habían dicho que estaban extorsionando por “Piso 21”, por la zona de bares, pero ahora no hay nada, que yo sepa no”.
En torno a las amenazas que presuntos grupos delictivos dejaron en colonias como Viguri, Pensadores y Guerrero 200, entre otras, en las que advertían que empezarían a cobrar piso a comerciantes capitalinos, Damián Huato reconoció que sí es un síntoma de alarma, “pero ahí sí les toca a las autoridades, porque nosotros qué podemos hacer ahí; debemos tener mucho cuidado”.