— La doctora Alondra García Carbajal reconoce en su comparecencia, que la federalización ha provocado serios problemas en materia de operatividad
— Aclara que sus comentarios son a titulo personal, pero admite que apenas se está a la mitad del proceso
— El costo final lo está pagando la población, sostienen Erika Luhrs del MC y Beatriz Vélez del PRI
Rogelio Agustín
En su comparecencia ante el pleno del Congreso local, la titular de la Secretaría de Salud, Alondra García Carbajal reconoció que la transición hacia el IMSS-Bienestar ha provocado serias complicaciones en materia de operatividad, lo que diputadas de oposición del Movimiento Ciudadano (MC) y del PRI le señalaron que “está costando vidas”.
En el segundo día de comparecencias en la sede del Poder legislativo local, el cierre de jornada tocó a la titular del sector salud, quien precisó que a titulo personal, admitía que no hubo una adecuada división del proceso de federalización del sector, tanto en lo legal-administrativo como en lo operativo.
Tras la exposición, la primera legisladora que cuestionó el difícil proceso que se vive a partir del paso de Secretaría de Salud Guerrero a IMSS-Bienestar, ya que los costos los está pagando la población.
“La verdad es que no estamos como quisiéramos”, dijo en una de sus conclusiones la representante popular del movimiento naranja.
Recordó que en el inicio de la administración del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, se decía que el Seguro Popular que dejó Enrique Peña Nieto “Ni era seguro, ni era popular”, por lo que en tono sarcástico asestó: “pues su famoso IMSS no es bienestar”.
Dijo que pasar a IMSS-Bienestar no ha representado ninguna ganancia para el estado de Guerrero, pues “le dieron en la torre a uno de los edificios emblemáticos del puerto de Acapulco para construir una clínica del ISSSTE que está como elefante blanco, en donde son selectivos con las consultas que se otorgan y no es hasta el momento una opción viable para la atención de los beneficiarios”.
Lamentó que para 2026 se hable ya de un recorte al presupuesto del Sector Salud Guerrero, ya que habrá una reasignación de recursos al ISSSTE.
Sostuvo que en los hechos, el proceso de federalización está desmantelando una Secretaría de Salud que costó muchos años construir, lo que representa una mala paga al trabajo desplegado por una gran cantidad de médicos, especialistas, enfermeras y de todo el personal que está en la incertidumbre.
Luhrs Cortés sostuvo que la transición de la Secretaría de Salud Guerrero hacia IMSS-Bienestar, de manera indeseable está costando muchas vidas.
El retroceso es histórico
La secretaria general de la sección XXXVI del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Beatriz Vélez Núñez, quien forma parte del Grupo Parlamentario del PRI, consideró que el retroceso que se vive en materia de Salud se puede considerar como histórico.
Indicó: “La transición de la Secretaría de Salud Guerrero a IMSS-Bienestar ha provocado un profundo hueco en materia de salud porque hay un mal funcionamiento operativo”.
Aseguró que la transferencia de 983 centros de Salud, 14 hospitales generales, 25 hospitales básicos, 2 materno infantil y dos institutos representa desafíos como el desabasto de insumos y la carencia de medicamentos.
Con las atribuciones que ha perdido la Secretaría de Salud Guerrero, dijo que se ha convertido en una entidad administrativa, que ya carece de una capacidad operativa real.
A partir de que el IMSS-Bienestar arrancó mal, dijo que “comenzaron problemas que han provocado la muerte de miles de pacientes”.
Aseguró que el IMSS-Bienestar ha estado mejorando poco a poco, en un esquema de error-ensayo, lo que ha provocado muchas complicaciones que han recaído principalmente sobre los usuarios.
Consideró importante que la funcionaria señalara en que momento la Secretaría de Salud perdió la capacidad operativa sobre sus propios hospitales y centros de salud, pero además, solicitó que se diga que acciones se consideran para poder recuperar la rectoría del sector.
Reconoce que no hubo una planeación correcta
En la oportunidad de responder, la secretaria de Salud precisó que los comentarios sobre la transición los haría de manera personal, porque además en ese temor se planteó la interrogante: “pienso que la transición es parte de un proceso que se está generando y que aún va a llevar su tiempo”.
Consideró un error no sistematizar de manera anticipadamente todo lo que se tenia que visibilizar, para permitir que el proceso de federalización no perjudicara a los usuarios.
“Tuvo que haber un análisis y separarla transición de la parte administrativa-legal de la operativa”, anotó.
Lo anterior, porque la parte administrativa-legal de la transición hacia el IMSS-Bienestar, en el caso de Guerrero está avanzando muy bien.
En lo que reconoció que existen estragos es en la parte operativa, porque entre otras cosas, se cuenta con un cuerpo de gobierno que todavía no tiene toda la capacidad.
A manera de ejemplo, refirió que hay problemas muy concretos, como el no saber quien lleva la batuta; el jefe jurisdiccional de la Secretaría de Salud o el coordinador regional del IMSS-Bienestar.
Admitió: “Se debió tener un orden que no incida en la atención de los servicios de salud hacia los usuarios”.
Luego, reconoció que apenas se está “en el medio” del proceso de transición, aunque se espera que a partir de 2026 la situación mejore.
Pese a las críticas plateadas, los y las representantes populares de todos los partidos políticos reconocieron el trabajo desempeñado por la funcionaria compareciente, pese al momento complicado en que asumió el cargo.