— El cortejo fúnebre de César Ovando recorre su negocio y centro de trabajo, antes de la despedida final
Rogelio Agustín
Con el reclamo de justicia en voz de familiares y amigos, el empresario César Ovando Molina fue sepultado este lunes en el panteón central de la capital de Guerrero.
Ovando Molina era dueño del bar conocido como “La Martina”, ubicado sobre la avenida Lázaro Cárdenas, donde la noche del sábado fue atacado a balazos por personas de las que hasta el momento se desconoce la identidad.
El féretro con el cuerpo del joven empresario fue llevado por última vez al que fuera su negocio, también lo trasladaron al Hospital del Niño y la Madre Guerrerense (HNMG), en la parte sur de la ciudad, donde fue despedido por sus compañeros de trabajo.
Posteriormente se le trasladó al panteón central, donde se ofició una misa de cuerpo presente y posteriormente se le canalizó al espacio reservado para su descanso.
Tanto en el recorrido como en la parte final del cortejo, familiares y amigos exigieron justicia, particularmente hicieron el llamado a la Fiscalía General del Estado (FGE) para que realice una investigación a fondo de los hechos, de tal manera que no haya impunidad para sus agresores.
