“Viernes negro para el movimiento social de Guerrero”, señalan líderes tras la muerte del vocero del CECOP

— En redes sociales, dirigentes de diferentes organizaciones lamentaron la muerte de Marco Antonio Suastegui
— No basta con las condolencias, piden que se detenga a los responsables

Rogelio Agustín

La muerte de Marco Antonio Suástegui Muñoz, vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Parota (CECOP) generó la condena de organizaciones sociales de diferentes puntos del estado, que exigieron el esclarecimiento del ataque registrado el 19 de abril y el castigo a los perpetradores.

“Es un viernes negro para el movimiento social”, fue la coincidencia de representantes de organizaciones que tienen presencia en las ocho regiones de la entidad.

De primera instancia, la directora del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Teodomira Rosales Sierra precisó: “Marco Antonio Suastegui no murió, lo asesinaron”, en consecuencia, demandó que haya castigo para los responsables.

El ex guerrillero Efrén Cortés Chávez, sobreviviente a la masacre del 7 de junio en “El Charco”, municipio de Ayutla de los Libres, sostuvo que el deceso derivado de un ataque armado es un golpe fuerte hacia las luchas del pueblo de Guerrero y sentenció; “negarlo sería un error”.

David Molina Francisco, dirigente histórico de la izquierda en Guerrero recordó que Suástegui Muñoz defendió la lucha comunitaria y sin titubeos, “dio la lucha en contra del proyecto hidroeléctrico la parota”.

Agregó: “Primero lo privan de la libertad, le secuestran a su hermano Vicente (en agosto de 2024) del que hasta el momento se ignora el paradero, hace unos días sufre un cobarde atentado, hoy después de luchar por seguir viviendo murió. No sabemos qué pasó, lo cierto es que de estos brutales hechos hay dudas”.

Molina Francisco asumió que el crimen perpetrado en contra del vocero del CECOP: “Sin duda es un golpe a la lucha social. Un retroceso”.

Maurilio García Rubio, aseveró que Suástegui fue un dirigente social ejemplar, por lo que ahora, el reto para las autoridades será esclarecer puntualmente quienes actuaron en su contra y llevarlos ante la justicia.

Gumaro Guerrero Gómez, líder de colonias populares en Chilpancingo sostuvo: “El pueblo exige justicia, no es posible que en un gobierno que se dice democrático pase esto”.

El abogado Rubén Cayetano García, ex diputado federal por el distrito VIII se sumó al reclamo de justicia expresado por el movimiento social, por lo que publicó en sus redes sociales un post alusivo al hecho.

“Demandamos de la Fiscalía y de las autoridades competentes una investigación seria, profesional, dilgente y responsable para castigar a las y los responsables”.

A la condena expresada por Cayetano García se sumó la dirigente universitaria Silvia Alemán Rumbo, ex candidata presidenta municipal de Chilpancingo por MORENA.

La escritora Marxitania Ortega, hija del ex gobernador Rogelio Ortega Martínez recordó que en 2015, durante el interinato que precedió a la renuncia de Ángel Aguirre Rivero tuvo la oportunidad de visitar a Marco Antonio en la cárcel y posteriormente celebrar con él su liberación.

“Hoy queda la rabia y la tristeza por su asesinato. La rabia y muchas convicciones. La rabia y mi certeza de que hay que recontar luchas e insistir en ello”.

Ramón Loya Romero, ex dirigente del Partido del Centro Democrático (PCD) en Guerrero se refirió al vocero del CECOP como “un luchador social incansable, indomable e incorruptible”.

El dirigente de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), Walter Emmanuel Añorve Rodríguez tambien se pronunció al respecto: “Con profunda triseza hemos recibido la noticia de que nuestro camarada y hermano de lucha ha fallecido, enviamos nusetras condolencias a su querida familia”.

Tony Pérez, colaborador del finado Octaviano Santiago Dionisio, ex guerrillero y sobreviviente a la Guerra Sucia de los años setentas destacó: “Es un viernes negro para el movimiento social en Guerrero, compañero Marco Antonio Suástegui, descansa en paz”.

Norma Mesino Mesino, de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) demandó de manera escueta: “Castigo a los asesinos”.

Carlos de Jesús Alejandro, dirigente de comunidades indígenas en la región Norte de Guerrero calificó como lamentable el deceso, después de una semana de agonia, pero advirtió: “Es condenable que solamente se den pésames oficiales y se quede este hecho en la impunidad. Desde la región del Alto Balsas, donde también luchamos contra el genocidio de nuestros pueblos al lograr cancelar el proyecto hidroeléctricolo de San Juan Tetelcingo”.

El ex gobernador Rogelio Ortega Martínez también se pronunció sobre el caso: “Con gran malestar y coraje, expreso a las y los comuneros de Cacahuatepec, a su esposa, hijas e hijos, a sus familiares, mi mas sentido pésame y mi solidaridad en este momento de duelo y sufrimiento. Exijo a las autoridades correspondientes que se haga justicia y no quede impune este terrible crimen político de odio, clasista y racial”.

Las publicaciones en torno al caso se seguían registrando en el transcurso de la tarde del 25 de abril, al que la mayoría de las organizaciones calificaban como un viernes negro para el movimiento social de Guerrero.

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