En un recorrido cargado de fe, dolor y exigencia de justicia
Jesús Dorantes / Chilpancingo
Con fotografías al pecho y el nombre de sus seres queridos en la voz, integrantes del colectivo “María Herrera” encabezaron este Viernes Santo el Viacrucis organizado por el Santuario de los Mártires de Cristo en Chilpancingo.
La procesión partió a las 10:00 de la mañana desde el fraccionamiento Jardines de Zinnia, avanzando por las calles de la capital en un recorrido cargado de fe, dolor y exigencia de justicia.
El sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, quien también dirige el Centro de Derechos Humanos de las Víctimas Minerva Bello, presidió la ceremonia. Durante el recorrido, hizo un llamado a la empatía social y a no dejar solas a las madres que buscan a sus hijos.
Desde el inicio se elevó una oración por la paz en Guerrero, pero también por las mujeres que han entregado su vida entera a la búsqueda, muchas veces sin apoyo institucional y enfrentando el miedo de frente.
A cada estación del Viacrucis, las madres compartieron el peso de sus ausencias, comparado con el de las caídas de Jesucristo rumbo al calvario. A lo largo del trayecto se unieron activistas, fieles y ciudadanos que se sumaron en silencio.
En medio de la caminata, el padre Velázquez señaló que la crisis de desapariciones forzadas en México tiene rostro, y que las familias no solo buscan cuerpos, sino también respuestas en medio de una violencia que no se detiene.
El Viacrucis concluyó en el Santuario de los Mártires. Por la tarde, continuarán las actividades con la “Adoración de la Cruz” y la “Procesión del Silencio”.
