— Con un bloqueo en la avenida Benito Juárez, un grupo de afectados por las lluvias del huracán John exigían la atención de las autoridades, transportistas locales exigían el paso en una de las pocas vialidades que le quedan a la ciudad
Yasmín García
Una protesta realizada por damnificados del huracán John derivó en una riña con transportistas locales, que reclamaban la liberación del paso vehicular en la avenida Benito Juárez, una de las pocas que le quedan a la capital de Guerrero, tras la devastación provocada por el huracán John.
Se trata de damnificados desde hace un mes permanecen en el albergue instalado en el gimnasio de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), sin que hasta el momento se les haya censado para recibir los apoyos que el Gobierno de la República destinará a quienes perdieron sus viviendas.
Por esa razón, de las instalaciones deportivas de la UAGro se trasladaron hacia la esquina que forman las avenidas Benito Juárez y Nicolás Catalán, en el centro de la ciudad.
Los afectados señalaron que hasta el momento no se les ha incororado a ningún plan destinado para regresar a sus viviendas, tampoco se les han proporcionado apoyos económicos ni paquetes de limpieza para rehabilitar sus casas.
En el gimnasio de referencia permanecen n vecinos de las colonias CNOP, PPS, San Rafael Norte y de Barranca Las Calaveras, quienes tuvieron que salir de sus casas ante la devastación provocada por la lluvia de cuatro días.
Dijeron que a un mes de la devastacion ya están cansados de habitar en dicho albergue temporal, pue ya necesitan que las autoridades les informen cómo recuperarán sus viviendas y por lo menos parte de sus enseres.
Ante el cierre de la vialidad, un grupo de choferes y de limpiaparabrisas confrontaron a los manifestantes, solicitando de manera inicial que liberaran el paso para que pudieran trabajar.
Algunos pasajeros también se sumaron al reclamo, haciendoles ver que también eran damnificados.
El chófer de la unidad 500 de la colonia Héroes de Guerrero se lió a golpes con uno de los damnificados, siendo separados por un agente de tránsito y personas que observaban el intercambio de palabras.
Hubo un segundo jaloneo protagonizado por dos mujeres, en el que incluso una menor de edad terminó en el suelo al tratar de separarlas.
Solo unos pocos transportistas y automovilistas lograron abrirse paso, la mayoría tuvo que meter reversa y buscar otras vialidades para llegar a su destino.
Pese al comprobado intercambio de golpes, no hubo personas detenidas.
