— La alcaldesa admite que simpatizaba con la idea de garantizar la continuidad de la Cuarta Transformación en la capital de Guerrero
— Sin embargo, admite que se debe respetar la voluntad de los electores
Rogelio Agustín
La alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez reconoció que anímicamente sí le pesa el no entregar la presidencia municipal a un militante de su partido, que garantice la continuidad de la Cuarta Transformación, sin embargo, consideró importante darle el voto de confianza a quien los órganos electorales reconocen como ganador de los comicios del 2 de junio.
En Chilpancingo, la jefa de cabildo insistió en que se va de la presidencia municipal capitalina “con la frente en alto, con dignidad y con las manos limpias”.
Sostuvo que deja una administración con estabilidad financiera, pues refiere que “antes no alcanzaba ni para pagar las nóminas”.
Comenta que la recaudación municipal se incrementó en 122 porciento, los camiones recolectores de basura al término de su mandato ya serán patrimonio del Ayuntamiento, se pagó un adeudo de más de 77 millones de pesos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y se superaron problemas considerados como históricos.
“Hubo quienes le apostaban a que cuando llegara la 4T a Chilpancingo, la alcaldesa Norma Otilia iba a ser un desastre, que me iban a novatear, pero por eso siempre convoque al pueblo para que me ayudara a trabajar”, aseveró.
Hernández Martínez asegura que se va dejando a Chilpancingo en primer lugar estatal en materia de transparencia, con el primer lugar también en materia de certificación policial en la entidad, además de que se avanzó en un 26 porciento en materia de pobreza extrema en materia de infraestructura.
A pregunta expresa, dijo que sí le hubiera gustado entregar la estafeta al candidato que postuló su partido (Jorge Salgado Parra), pero también señala que se debe reconocer la decisión tomada por el electorado.
“Sí, nosotros teníamos la esperanza de la continuidad en el municipio, porque hubo un trabajo constante de mucha entrega, pero debemos entender que el pueblo pone y dispone”.
Agregó que su deseo inicial de entregar el mando a un compañero de partido, no implica endurecer la actitud con quien el órgano electoral reconoce como ganador de los comicios.
“Lo que debemos hacer es darle el voto de confianza a la población así como me la dieron a mi, porque si bien hubo algunos cometarios adversos, me di a respetar y siempre actué de manera responsable”.
Recordó que a pesar de las situaciones que se dieron al momento de decidir la postulación, fue evidente que hubo un golpeteo constante en su contra, pero asegura que nunca operó contra su partido: “Yo aguanté, me discipliné, entendí que no es el partido, a veces son los hombres y las mueres los que traicionan”.