– No hay muertos ni heridos, pero se movilizan Ejército, Guardia Nacional, Policía del Estado y la Preventiva Municipal
Jesús Dorantes
Un grupo de presuntos integrantes del crimen organizado atacó a balazos la base de operaciones de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en la comunidad de Buena Vista, municipio de Chilpancingo, no se reporta la pérdida de vidas humanas ni personas lesionadas.
El hecho se registró después de las 17:00 horas del domingo 6 de marzo, 40 días después del ataque que dejó el saldo de cuatro autodefensas de la UPOEG asesinados, entre ellos el maestro disidente Mario Zamora, quien recibió en granadazo en la trinchera en que se encontraba parapetado.
La agresión se generó desde la parte alta de un cerro que se encuentra justo frente a la base de la UPOEG, a poca distancia de la comunidad de Buena Vista.
Fue una incursión rápida, tras disparar durante varios minutos los pistoleros se retiraron, los integrantes de la UPOEG que se encontraban de guardia solamente alcanzaron a cubrirse para evitar ser alcanzados por las balas.
A los pocos minutos del ataque, a las inmediaciones de la base, ubicada sobre la carretera México-Acapulco se desplazaron elementos de la Policía del Estado; de la Guardia Nacional (GN), del Ejército Mexicano e incluso, de la Policía Preventiva Municipal.
Se confirmó que no hubo pérdida de vidas humanas ni personas lesionadas, pero tampoco detenidos.
La semana pasada, los integrantes de la UPOEG, pertenecientes a la base de Buena Vista de la Salud reprocharon que a más de un mes del ataque del 26 de enero, todavía no se tengan resultados de las investigaciones, lo que provoca que la muerte de sus cuatro compañeros permanezcan en la impunidad.
Denunciaron que prevalecen las amenazas sobre más ataques de parte del crimen organizado, particularmente de “Los Ardillos” y por lo tanto, solicitaron que sigan las operaciones que en febrero habían iniciado contra dicha organización delictiva.
Siempre solicitando el anonimato, los integrantes de la UPOEG destacaron que durante los últimos 40 días han sufrido por lo menos dos intentos de desarme a manos de las autoridades, lo que los deja con pocas posibilidades de defenderse.
