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Tras el ataque registrado en la base de Urvan de la colonia Javier Mina, las unidades que habían comenzado a circular volvieron a resguardarse, dejando a la ciudad sin transporte público.
Pese al anuncio de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), la mayoría de las escuelas volvieron a suspender clases.
Dónde haya condiciones migrarán hacia las clases en línea.
Las avenidas principales de la cabecera municipal volvieran a mirarse desoladas.
Pocos vehículos circulan, aunque algunos negocios resisten a la difusión de mensajes intimidatorios.
El 90 por ciento de reactivación anunciado el mediodía por la Comisión de Transportes, si en algún momento parecía confirmarse, tras el hecho de violencia se diluyó rápidamente.
Este martes vendrá un nuevo intento por regresar a la normalidad.
